Con un telón de fondo marcado por la falta de definiciones tajantes, en un contexto donde cada fuerza gana tiempo, las diferentes expresiones de la Unión Cívica Radical se reunieron en una cumbre en Mar del Plata que fue convocada por el presidente del comité nacional, Gerardo Morales, y contó con una ausencia resonante, la del neurocirujano Facundo Manes, el diputado nacional que busca quedarse con la candidatura presidencial a la que también está lanzado el gobernador jujeño.
Con una convocatoria a la que llegaron dirigentes del todo el país, algunos de referentes destacados que sí se dieron cita el lunes fueron el líder de Evolución Martín Lousteau, el jefe de la bancada en la Cámara de Diputados de la Nación, Mario Negri, los mendocinos Julio Cobos y Ernesto Sanz; y los alistados para la pelea bonaerense: el diputado provincial Maximiliano Abad, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el diputado nacional Martín Tetaz.
Además de analizar la coyuntura nacional, sobre la que el acuerdo opositor se manifestará en documento que surgirá de la reunión de la mesa política de Juntos por el Cambio que, vía zoom, tendrá lugar este martes, el cónclave, que empezó en horas de la tarde en el Hotel Provincial, tuvo como objetivo avanzar en la discusión de la estrategia nacional con la que el radicalismo se propone, en principio, unificar criterios para imponer condiciones dentro de la alianza donde convive con las principales fuerzas opositoras.
“Nos reunimos en Mar del Plata para intercambiar ideas y establecer una agenda de trabajo enfocada en las necesidades de los argentinos.Tenemos un partido unido y fortalecido que escucha y trabaja para que nuestro país salga adelante”, señaló Morales al finalizar la reunión en la que, según pudo saber Página/12, se avanzó en un informe general de la situación en cada uno de los distritos nacionales en los que el partido centenario, siempre dentro del esquema del cambiemismo, busca torcerle imponerse ante las aspiraciones del PRO que, desde un espectro ideólogico que va del centro hacia la derecha, quiere volver a quedar con la conducción de la alianza y encabezar las listas nacionales y provinciales de este 2023. "No repetir lo que pasó en el 2015", es una de las frases que más se escucha de boca de los dirigentes del radicalismo que asumen el rol secundario del partido durante la gestión de Mauricio Macri.
“Se ratificó en el compromiso de apoyar a los candidatos del radicalismo en cada uno de los distritos, sobre eso no debería haber discusión”, advirtió a este diario uno de los dirigentes presentes en la reunión. En esa línea, una de las principales preocupaciones gira en torno al proceso mediante el cual se terminarán definiendo los espacios que se repartirán desde las listas. Por esa razón, el pedido por "ordenar la interna" volvió a hacerse presente en la tarde costera. Aunque el faltazo de Manes, que intentó subsanarse con la presencia de su hermano Gastón, presidente de la Convención Nacional, y de los otros dos gobernadores que el partido cuenta entre sus filas, el mendocino Rodoflo Suárez y el correntio Gustavo Valdés, poco lugar dejaron para avanzar en definiciones al respecto.
Con el proceso de internas partidarias como antesala a la interna cambiemita descartado, aparece también el temor por los resquemores generados a partir de la definición de la presencia radical en eventuales fórmulas mixtas surgidad del seno coalicional. Si bien no resultó novedoso, el coqueteo del sábado entre Morales y Lousteau junto a Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta, no cayó del todo bien en los sectores que leen la jugada como la propuesta de un acuerdo en el que el principal beneficiado parece ser el senador de Evolución que aspira a convertirse en Jefe de Gobierno porteño. “Si lo que están proponiendo es que, sin discusión, el candidato del radicalismo sea Santilli, un peronista del PRO, no lo vamos a permitir”, señaló uno de los armadores del radicalismo bonaerense al ser consultado por este medio.
No exento de polémicas en esos ensayos de diálogos que sugieren ampliar la propuesta a partir de fórmulas cruzadas están algunos movimientos de Manes, como los que desde comienzos del año pasado lo ubican demasiado cerca del gobernador cordobés Juan Schiaretti, con quien mantuvo una hermética reunión a finales del 2022, y que descolocan los planes radicales para la provincia da forma al segundo distrito electoral más grande del país.
En la reunión de Mar del Plata se advirtió sobre un “agravamiento de la situación institucional del país” y se propuso una convocatoria para que la representación que el partido tiene en las diferentes órbitas del Estado nacional para, de esa manera, posicionarse sobre lo que entienden como “un avance del kirchnerismo”.
En el centro de esa escena, aparece el rechazo al pedido de Juicio Político a los integrantes de la Corte Suprema. “Estamos dispuestos a discutir una posición nacional de Juntos por el Cambio, pero si hay quórum el radicalismo va a dar el debate en la comisión y va a discutir lo que haya que discutir”, anticipó uno de los dirigentes al finalizar la reunión. En el radicalismo asumen que la propuesta oficialista cambió el rumbo del parlamento y que, por esa razón, es necesario avanzar con un redireccionamiento general que no ponga en jaque la unidad parlamentaria del interbloque en el Congreso. Por esa razón, más allá de lo conversado en Mar del Plata, la posición respecto al tema será llevada a la reunión de la mesa de Juntos por el Cambio convocada para este martes, donde los principales referentes de la coalición opositora se verán las caras, al menos virtualmente, por primera vez en el 2023.