Un joven wichí de 19 años de la comunidad indígena Eben Ezer del pequeño pueblo de General Pizarro, fue encontrado muerto el pasado 3 de enero. La investigación se encuentra a cargo de la fiscala María Celeste García Pisacic y la auxiliar fiscal Yoni Zigarán. Aunque oficialmente se informó que podría tratarse de un suicidio, la familia sostiene que encontraron huellas de golpes en el cuerpo, que tenía un disparo en la nuca y otro en el pecho, y el cuerpo había sido mutilado.
Una persona a la que no se nombrará para resguardarla, relató a Salta/12 que el martes pasado, cuando se dirigía por un camino en la entrada de General Pizarro, vio un "bulto negro", logró advertir que era el cuerpo de un hombre con el rostro ensangrentado pero no lo reconoció, dado que no se había acercado lo suficiente. Después se supo que era el cuerpo de Mateo Iván Donato.
Según lo que trascendió por los vecinos de la zona, la policía y la auxiliar fiscal estuvieron en el lugar del hallazgo, levantaron el cuerpo y realizaron pericias. Todo el procedimiento se habría realizado en la noche y al día siguiente ya no se dejó custodia policial en la escena.
Antolín Donato, el padre del joven dijo que personal policial fue alrededor de las 21 a preguntar si faltaba alguien en su comunidad, les respondió que faltaba su hijo. "Me empezaron a pedir documento (...)", contó e indicó que cuando se los entregó, los policías no le informaron que su hijo había fallecido. Él pensó: "¿Para qué me piden el documento del chango? Debe estar preso".
"Está muerto mi hijo, me han engañado los policías", contó el padre entre lágrimas. El hombre expresó mucho dolor porque los efectivos no le avisaron que su hijo estaba muerto, no lo llevaron a reconocer el cuerpo, ni tampoco le dieron ninguna participación en las primeras horas del hallazgo. Sin embargo, los policías habrían llamado a bomberos voluntarios de Apolinario Saravia para que testificaran el levantamiento del cuerpo con el argumento de que la familia del joven no llegaba.
Incluso las autoridades judiciales informaron recién en la mañana a la familia que alguien debía pasar a retirar el cuerpo del joven. Ante la falta de movilidad, guardaparques de la reserva de General Pizarro, donde habita la comunidad, realizaron el traslado de familiares, del cacique y otros miembros indígenas, en dos camionetas hasta el destacamento policial y la dependencia de la fiscalía penal de Apolinario Saravia, donde se encontraba la auxiliar fiscal.
En la policía entregaron el acta de defunción al padre y a la madre. Luego los familiares fueron a encontrarse con la auxiliar fiscal, quien les informó que encontraron en la escena un arma calibre 22. La funcionaria indicó en ese momento que investigarán quien es el propietario del arma, y también informó que el joven tenía una carta en un bolsillo en la que haría mención a cuestiones sentimentales.
"Todo el cuerpo está morado mi hijo", denunció el padre. Detalló que el joven tenía moretones al costado de la cintura, arriba de los ojos, y tenía la mandíbula quebrada. El hombre sospecha que lo golpearon antes de ultimarlo. Según sostuvo el padre, el cuerpo presentaba dos disparos de arma de fuego, uno en la nuca y otro en el pecho, además dijo que tenía mutilados los genitales.
El certificado de defunción firmado por el médico forense, Manuel Villagra, solo indica que el joven murió por hemoneumotórax agudo (acumulación de sangre entre la pared torácica y el pulmón) por herida de arma de fuego.
El secretario de Asuntos Indígenas, Luis Gómez Almaraz, junto al abogado José Campos; el funcionario Rafael Montaña (del mismo organismo) y el vocal wichí del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas (IPPIS) José Rodríguez, estuvieron este lunes en la comunidad Eben Ezer brindando asesoramiento y acompañando a la familia. La Secretaría comenzó a intervenir desde el viernes pasado.
Gómez Almaraz anunció que se presentarán en la causa, en una querella conjunta entre Asuntos Indígenas y el IPPIS "para garantizar acompañamiento. Queremos saber cómo sucedieron los hechos y que se haga justicia", afirmó. "Nos vamos a presentar como institución para garantizar poder pedir medidas propuestas por la misma comunidad. En principio sabemos que la causa está caratulada como suicidio", indicó.
El funcionario dijo que los familiares contaron que esa tarde del 3 de enero el joven había salido a jugar fútbol. "La familia, la comunidad, estaba muy consternada. No cualquiera entiende los pasos procesales", sostuvo. Dijo que quieren saber la verdad, que los resultados de la investigación conduzcan al esclarecimiento de las circunstancias en las que se produjo esta muerte. También indicó que en caso de ser necesario pedirán que se incorpore un intérprete bilingüe en el proceso judicial.
"Es una situación difícil, dolorosa", añadió, dijo que conoce al padre del joven desde hace muchos años. El equipo que viajó este lunes también se reunió con la policía y el intendente de General Pizarro, Francisco Pérez.
La maestra bilingüe wichí Dora Fernández contó que viajó el viernes pasado para acompañar a la familia del joven y espera poder volver a hacerlo este martes. Contó las dificultades para llegar, debido a que solo tienen remises como transporte hasta la zona y le cobran $20.000 de ida y vuelta. Ayer todavía no había logrado reunir el dinero para afrontar el viaje de hoy.
Fernández precisó que aunque sospechan que se trató de un homicidio, no hicieron la denuncia porque la auxilar fiscal quiere que esperen el resultado de la autopsia, aunque los plazos que habrían dado iban desde los 15 días a los 6 meses para contar con todo el informe.
La maestra contó que el joven salió alrededor de las 17 a jugar un partido con un grupo de jóvenes con quienes alquilaban una canchita. Detalló que se menciona que salió con un amigo que trabaja en un taller mécanico. Pasadas las 21 no volvió a su casa. Después de ese horario, fue la policía y preguntó qué chico no había regresado ese día. El padre del fallecido contó que entregó el documento a la policía, después preguntó por qué tenía que hacerlo, y se quedó pensando "si había pasado algo, alguna pelea",
"El padre se arrastraba pidiendo justicia, no había nadie que lo apoye, no había concejales, ni el intendente. La gente de la comunidad, la mayoría no sabe leer y escribir. No saben qué le pasó (al joven). Quieren el esclarecimiento", manifestó Fernández.
El cacique Alberto López dijo a Salta/12 que este martes realizarán una manifestación reclamando el esclarecimiento de la muerte del joven wichí.