Desde Santa Fe

El presidente Alberto Fernández se solidarizó este martes con el investigador y docente de la Universidad Nacional del Litoral Hugo Aimar por la “persecución” que padece desde que planteó en el Consejo Superior de la UNL, en mayo de 2017, la “incompatibilidad” del juez de la Corte Suprema Horacio Rosatti por indultar a genocidas –con aquel fallo del 2x1- y, al mismo tiempo, dirigir una Maestría en Derechos Humanos en la Facultad de Ciencias Jurídicas, que es un cargo político que aún desempeña. “Respeto su actitud de plantear con firmeza la incompatibilidad que observa entre la conducción académica de un posgrado en materia de derechos humanos” y “beneficiar judicialmente en el cómputo de penas a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad en nuestra Patria”, le dijo Alberto. Y “ante la persecución que ha debido soportar a partir ese planteo, no puedo menos que solidarizarme, máxime si tengo en cuenta el daño a su salud” que sufrió en los últimos meses.

Esta semana, Aimar le envió al presidente una carta de apoyo al pedido de juicio político a Rosatti y a sus tres colegas de la Corte por “mal desempeño”. Una de las causas es la cautelar que ordenó a la Nación transferirle a la ciudad de Buenos Aires más de 180.000 millones de pesos de fondos coparticipables. Y la otra, la integración del Consejo de la Magistratura, que la Corte modificó al exhumar una ley que el Congreso había derogado 16 años antes. Rosatti ya había asumido la presidencia de la Corte con su autovoto y con el último golpe, también tomó el comando del Consejo de la Magistratura, que está paralizado desde entonces.

“Lo que me mueve a celebrar su primera decisión del año no es ningún ánimo de revancha”, le escribió Aimar al jefe de Estado. Es “la imperiosa necesidad de lograr que las instituciones públicas de todos los niveles dejen de ser utilizadas para beneficios individuales o personales y que no claudiquen en su única razón de ser: el bien común”. Alberto coincidió: “No queremos una justicia corporativa que solo sirve a los poderes fácticos”.

En su carta, el científico le contó a Alberto lo que sucedió en la UNL, cuando Rosatti firmó el fallo del 2x1 que conmutaba las penas a genocidas y él expresó su “dolor” en una sesión del Consejo Superior, el 18 de mayo de mayo de 2017, cuando era consejero por el claustro de profesores. “Siento mucho dolor. La UNL puso un montón de víctimas, muchos torturados y muertos en nuestra comunidad”, dijo. Y se hizo eco del pedido del Foro contra la Impunidad y por la Justicia –que integran los organismos de derechos humanos de Santa Fe- para que aparten a Rosatti de la dirección de una Maestría de Derechos Humanos en la Facultad de Ciencias Jurídicas. Un cargo político que asumió en 2016 y aún desempeña.

Aimar dijo que “si no se accedía al pedido del Foro por convicción, se lo hiciera por conveniencia. Ya que era una muy mala publicidad para la Maestría en Derechos Humanos que su director avalara el 2x1”.

A partir de ahí, comenzó lo que el presidente llamó la “persecución”. “No relataré los avatares que se sucedieron en mi carrera ni en mi gestión como director de un instituto del Conicet y UNL. Sólo diré que el partido universitario de la UNL, o al menos algunos de sus integrantes fabricaron evidencias y construyeron relatos que los condujeron a producir un pequeño grupo de denunciantes (seis) para solicitar que la UNL inicie un juicio académico en mi contra. Que también es contra el único investigador superior del Conicet en Matemática, en actividad y en la UNL".

Pero también "se enteraron mis coronarias”, dijo Aimar. "Cinco años después de aquel episodio (de 2017), y tras cinco años de desgaste y acoso permanente y en todos los frentes académicos, la misma semana de la comunicación del trámite de juicio académico tuve el infarto que me instaló el “stent”.

El presidente le respondió la carta el lunes. “Estimado Hugo”, le escribió. “Empiezo por manifestarle mi respeto por su actitud de plantear con firmeza la incompatibilidad que observa entre la conducción académica de un posgrado en materia derechos humanos y el haber buscado beneficiar judicialmente en el cómputo de sus penas a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad en nuestra Patria”. Y “ante la persecución que ha debido soportar a partir de haber realizado ese planteo, no puedo menos que solidarizarme, máxime si tengo en cuenta el daño a su salud que ello aparejó”.

Alberto le agradeció también el “apoyo al pedido de juicio político” a Rosatti y sus colegas de la Corte que firmó “junto a un número importante de gobernadores”.

“Le aseguro que sólo actuamos en defensa del estado de derecho que hoy tenemos y por el que tantas vidas se han perdido. Como usted bien señala, “existe la imperiosa necesidad de lograr que las instituciones públicas dejen de ser utilizadas para beneficios individuales o personales y que no claudiquen en su única razón de ser: el bien común”.

“Ese es precisamente un debate que nuestra sociedad se debe y que, a 40 años de vigencia ininterrumpida del sistema democrático, tenemos la oportunidad de saldar. No queremos una justicia corporativa que solo sirve a los poderes fácticos”, advirtió el presidente.

“En mi opinión, la actividad académico-científico que muchos ejercemos, debe ser particularmente sensible ante cualquier situación que altere la convivencia democrática o lastime la institucionalidad de la República. El desarrollo pleno de la ciencia necesita un ámbito en el que el criterio de justicia impere permitiendo que la diversidad de opiniones se exprese con toda libertad. El oscurantismo y la persecución por sostener ideas diferentes en la actividad académica y científica tienen una trágica historia en la humanidad y en nuestro país en particular. Por ello, siempre he estado al lado de quienes realizan actividades docentes y de investigación reclamando todas las garantías para que tales tareas puedan desarrollarse en un clima democrático de respeto en la diversidad”.

“Usted puede contar conmigo en su lucha por asegurar la defensa de sus derechos”, le dijo el presidente al científico santafesino. “Reitero mi solidaridad y le envío un afectuoso saludo”.