Luiz Inácio Lula da Silva participará el martes 24 de enero de la VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se realizará en Buenos Aires. La presencia del presidente de Brasil, que en la primera semana de gobierno confirmó la “plena e inmediata reincorporación” de su país al mecanismo regional y debió enfrentar un intento de golpe de Estado en Brasilia, fue reconfirmada por el gobierno nacional.
Fuentes de Cancillería precisaron que el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, ratificó que el líder del Partido de los Trabajadores tiene previsto reunirse con el presidente Alberto Fernández el lunes 23 y firmar acuerdos delineados en el encuentro que mantuvieron el 1º de enero, tras la toma de mando.
“Brasil es un país líder en Latinoamérica. El Presidente y el pueblo argentino tienen una relación especial con Lula”, dijo la portavoz presidencial Gabriela Cerruti, al confirmar la presencia de Lula en la Cumbre de la Celac, en la que se prevé la participación de unos 15 mandatarios y a la que fueron especialmente invitados los presidentes de China, Xi Jinping, y de Estados Unidos, Joe Biden.
La primera visita de Estado de Lula desde la asunción de su tercer mandato al frente del Palacio del Planalto significará para la Argentina el relanzamiento formal de la estratégica relación bilateral con el principal socio comercial en el Mercosur. “Por el afecto que siente Lula por nuestro Presidente” se logrará “un gran acuerdo binacional en lo financiero, lo energético, en agro-industria, cultura, infraestructura y turismo”, anticipó días atrás el embajador en Brasilia, Daniel Scioli.
El lunes 2 de enero, al día siguiente de asumir, el nuevo canciller Mauro Vieira adelantó la decisión de regresar a la Celac, de la que Brasil se había retirado durante la gestión de Jair Bolsonaro. Vieira lamentó que por el aislamiento de Brasil la región “perdió capacidad de actuar en conjunto”, prometió “recuperar la Unión de las Naciones Sudamericanas” (Unasur) e incluyó entre sus “objetivos inmediatos” el de “dinamizar” la Celac. Brasil “participó directamente en la creación de la Celac, al convocar y acoger, en 2008, en Costa do Sauípe, en Bahía, la I Cumbre de Países de América Latina y el Caribe”, destacó la Cancillería. La Celac se creó formalmente en 2010 durante la Cumbre de la Unidad en Cancún y está formada por los 33 países de la región de América Latina y el Caribe.
La presidencia pro témpore de la Celac, a cargo de Fernández, repudió “enérgicamente los actos de violencia y el asalto a las instituciones democráticas” que tuvieron lugar en Brasilia. “Lo acontecido constituye un atentado contra la democracia y la voluntad popular que merece el rechazo de la región toda”, afirmó. “Es necesario enfrentar con decisión a los que maltratan la democracia instalando discursos de odio, insultando opositores y promoviendo mentiras en medios de comunicación y redes sociales para generar malestar y enojo”, aseveró, y afirmó que “la democracia se fortalece y profundiza con más integración, más desarrollo y más institucionalidad”.
Marcha y solidaridad
Organizaciones que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) se movilizaron a la embajada de Brasil para expresar un “fuerte apoyo” a Lula y en rechazo de “cualquier intento ultrafascista desestabilizador” en la región.
Las organizaciones sociales y políticas se manifestaron bajo el lema “Defendamos la Democracia en Brasil”. “Marchamos para repudiar y condenar los asaltos ocurridos el domingo en Brasilia contra los tres poderes del Estado”, expresaron dirigentes y militantes del Movimiento Evita, el Frente Popular Darío Santillán (FPDS), el Movimiento Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y otras organizaciones populares.