El consumo en supermercados y shoppings volvió a registrar fuertes caídas en mayo frente a un mercado ya deprimido para igual período del año pasado. Según informó ayer el Indec, las ventas en híper y supermercados se retrajeron un 2,5 por ciento interanual a precios constantes -medido en cantidades sin el impacto de la inflación-, mientras que para los grandes centros de compras (shopping) la baja fue de 4,3 por ciento. En los últimos doce meses se destruyeron 1150 puestos de trabajo en supermercados, lo que equivale a un retroceso interanual del 1,2. La pérdida de poder adquisitivo de los asalariados y de fuentes de ingreso en muchos hogares, producto de los despidos en el sector privado, impactó principalmente en alimentos y bebidas y en textiles, rubros en los que sus niveles de facturación estuvieron más rezagados respecto a la inflación.
Luego del fallido programa de Precios Transparentes, que a principios de año terminó por congelar el consumo interno, el cual se encontraba ya golpeado por el menor poder adquisitivo frente a la inflación y los tarifazos, el gobierno revitalizó algunos planes hasta seis cuotas principalmente en textiles y juguetes. Pese a ello, el resultado fue que igual continuó la fuerte contracción de la demanda.
De acuerdo con los datos oficiales, la caída de ventas en cantidades de mayo (2,5) en supermercados más que duplicó a la de abril (1 por ciento), primer dato publicado por el organismo que conduce Jorge Todesca tras el apagón estadístico. En los shoppings el retroceso se desaceleró respecto de la caída interanual de 8,9 por ciento que se había registrado en abril.
El consumo privado es el principal componente del PIB. Alcanza las tres cuartas partes del Producto mientras que la porción restante se divide entre los otros componentes de la demanda agregada: el gasto público, la inversión y las exportaciones netas. Ese protagonismo del consumo expone que, más allá de las iniciativas oficiales para “volver al mundo” promoviendo las exportaciones y seduciendo a los inversores, hasta ahora con escasos resultados, el crecimiento depende de una expansión del mercado interno liderada por mejoras en los salarios y los niveles de empleo.
En el plano laboral esta situación generó una caía interanual de 1,2 por ciento en la cantidad de personal de mayo, que ascendió a 94.714 trabajadores. De ese total, 11.021 son gerentes y supervisores, con el retroceso más marcado, de 7,3 por ciento. Cajeros y administradores sumaron 83.693, con una pérdida de 0,4 por ciento respecto de igual lapso de 2016. Por su parte, en los shopping de Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires se perdieron 16 puestos sólo entre los administradores de los complejos (sin contabilizar la evolución del empleo en los comercios de los complejos), un 1,3 por ciento.
Si se toman en cuenta los resultados de la medición a precios corrientes (facturación), teniendo en cuenta el impacto de la inflación, en los supermercados facturaron 26.644 millones de pesos, con una suba de 19,9 por ciento respecto de mayo del año pasado. En los shoppings las ventas sumaron 4572 millones de pesos, con un aumento de 12,3 por ciento. Por el apagón estadístico, no hay cifras de inflación minorista interanuales para mayo. El IPC porteño registró para ese período un aumento de 25,4 por ciento.
En el caso de los supermercados las ventas acumuladas en los cinco primeros meses sumaron un total de 131.408,2 millones de pesos, con un aumento del 20,2 por ciento respecto del mismo período del año anterior. Si se lo calcula a los precios constantes de abril de 2016, las ventas sumaron un total de 20.895,3 millones de pesos, lo que arroja la caída de 2,5 por ciento interanual. En las ventas totales a precios corrientes los artículos que tuvieron mejor desempeño fueron Indumentaria, calzado y textiles para el hogar, con un 28,9 por ciento más de facturación interanual; Carnes, con 24,8 por ciento; Panadería, con 24 por ciento; y Bebidas, con 23,6 por ciento.
Para shoppings, el acumulado de los cinco primeros meses arrojó una facturación de 21.101,5 millones de pesos, con un incremento de 13,2 por ciento interanual. Los de mejor desempeño fueron Juguetería, con 29,6 por ciento; Patio de comidas, alimentos y kioscos, con 27,2 por ciento; Amoblamientos, decoración y textiles para el hogar, con 24 por ciento; Librería y papelería, con 21 por ciento; y Ropa y accesorios deportivos, con 20,4 por ciento.