Los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se encontraron este martes en el palacio presidencial en Ciudad de México, para la décima Cumbre de Líderes de América del Norte.
Previamente, Biden y Trudeau mantuvieron una reunión bilateral, tras la cual anunciaron una visita del presidente estadounidense a Canadá en marzo. Ambos dialogaron sobre "formas de ayudar a estabilizar Haití", había adelantado Biden en sus comentarios introductorios. Sus gobiernos contemplan desde hace tiempo el posible envío de una fuerza de intervención al país caribeño, azotado por la criminalidad y problemas sanitarios.
"Podemos construir grandes cosas aquí", afirmó Trudeau antes de reunirse con Biden, y recordó que las tres naciones, socias del T-MEC, constituían "el bloque de libre comercio más grande del mundo".
Nuevas Oportunidades
Los tres países -cuyas economías aportan 28% del PIB global- apuestan por fortalecer el T-MEC, con un intercambio de tres millones de dólares por minuto entre enero y octubre pasado.
Eso los ha convertido en un bloque económico 50% y 55% mayor que China y la Unión Europea, respectivamente, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Tras reunirse el lunes con empresarios, Trudeau recordó que su gobierno y el de México trabajaron arduamente para mantener el tratado ante los amagues del expresidente Donald Trump (2017-2021) de retirar a Estados Unidos.
Los gobernantes anunciaron un sitio web para que los viajeros conozcan los requisitos necesarios antes de tomar camino hacia la región, escenario de una crisis migratoria, según un documento que enumera varios acuerdos, difundido por la Casa Blanca.
Cerca del palacio mexicano, un pequeño grupo de activistas exigió el cese de las expulsiones de migrantes desde Estados Unidos, protagonizando una refriega con la policía.
Por su parte, Amnistía Internacional pidió a los líderes norteamericanos dar "máxima prioridad" a los derechos de refugiados y migrantes y cesar las "políticas migratorias compartidas inhumanas".
Biden autorizó recientemente el ingreso mensual de 30.000 venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos durante dos años, pero advirtió que se mantendrán las expulsiones de indocumentados.