El secretario general del Suterh y director del Grupo Octubre, Víctor Santa María, fue reconocido ayer por la Asociación Madres de Plaza de Mayo con la entrega del simbólico pañuelo blanco que identifica la lucha del organismo en defensa de los derechos humanos. La titular de la Asociación, Hebe de Bonafini, comenzó recordando la génesis del pañuelo blanco (“para nosotras es el abrazo de los hijos”, definió) y detalló el cuidado con que las Madres eligen a quiénes distinguir con ese símbolo. “Elegimos a las personas, a las que nos cambian la cabeza, a las que nos muestran que las cosas se pueden transformar”, dijo, y recordó que ya fueron distinguidos Fidel Castro, el Papa y presidentes latinoamericanos, entre otros. Ya con el pañuelo en las manos, Santa María agradeció a las Madres y a los presentes en el acto. “Es difícil hablar –dijo el presidente del PJ porteño–. Es un reconocimiento que por ahí no merezco, que las Madres me den su pañuelo, parte de su vida. Es muy fuerte. Estoy enormemente agradecido a Hebe y a todas las Madres. Seguramente tendré que hacer muchos más esfuerzos para ser merecedor de este tremendo reconocimiento.” Sus palabras hicieron también, como antes las de Hebe de Bonafini, un llamado político: “Cada vez que nos golpean, cada vez que sentimos que tenemos un Gobierno que nos agobia todos los días, mirar a las Madres es un motivo más para seguir luchando por una Argentina muy diferente a la que tenemos hoy”.