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de los 86 países que cuentan con normas sobre objeción de conciencia (OC) la permiten, lo que representa un 94 % de países. Solo cinco prohíben la OC de manera explícita: Etiopía, Finlandia, Lituania, Suecia y Bulgaria. Dentro del grupo de 81 países que admiten la OC en aborto, 71 reconocen límites a este ejercicio, mientras que solo 10 carecen de límites explícitos en las propias normas de OC. Las cifras del "Mapa global de objeción de conciencia en aborto", un trabajo en el que las investigadoras Agustina Ramón Michel y Dana Repka analizan esa tendencia a nivel global, revelan el reconocimiento, aun con limitaciones, de la OC en aborto. “Los límites tienden a ser, sobre todo, deberes individuales, y no hay usualmente lo que podemos dar en nombrar garantías institucionales”, advierten en el informe. Solo 18 países (22% del total) “reconocen cláusulas de OC que contengan garantías institucionales, como puede ser la obligación de los efectores y autoridades sanitarias de contar con mecanismos de derivación para referir a las mujeres a otras instituciones, en caso de no contar con profesionales de la salud debido a la OC”. En particular, concluye, “esta garantía ha sido identificada en 12 países”. Lo cierto es que las garantías institucionales son más acotadas que los límites y deberes institucionales, mientras que uno de los más frecuentes “es la imposición de mecanismos de derivación en cabeza de los efectores de salud”. El Mapa interactivo y online, llevado adelante con el apoyo de Redaas e IPAS, detalla que el elenco de sujetos habilitados para objetar, “varían considerablemente por país”: la mayoría, es decir, 35 países, emplea el criterio subjetivo, en tanto que el segundo criterio más empleado (30 países), es el objetivo, y 16 países optaron por un criterio mixto para la legitimación activa de la OC en sus normas.