Un equipo de científicos descubrió en la Amazonía de Ecuador una nueva especie de boa enana, considerada una "reliquia" en el mundo animal por poseer vestigios de una pelvis.
Tropidophis cacuangoae recibió su nombre "en honor a la activista ecuatoriana, Dolores Cacuango", quien fue pionera en la lucha por los derechos de los indígenas y fundó las primeras escuelas bilingües, señaló el ministerio de Ambiente ecuatoriano durante este miércoles.
Estas serpientes "son una reliquia del tiempo, son animales tan viejos que obviamente encontrar o toparse con un animal de estos es un privilegio", expresó el investigador ecuatoriano Mario Yánez, del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio).
Según declaraciones del experto, la nueva especie presenta una "pelvis vestigal, característica de las serpientes primitivas, que es evidencia de la reducción de las extremidades en los reptiles escamosos hace millones de años, producto de las presiones climáticas en la era del Cuaternario".
Al describir esta nueva especie "se pueden gestionar recursos para la conservación del hábitat, la descripción de esta especie es un argumento más de por qué mantener e incrementar áreas protegidas en Ecuador", sostuvo Yánez.
El descubrimiento
La investigación que duró cuatro años fue realizada también por el ecuatoriano Mauricio Ortega, el estadounidense Alexander Bentley, la alemana Claudia Koch y el brasileño Omar Entiauspe Neto. Los resultados se publicaron a finales de diciembre en la revista científica European Journal of Taxonomy.
De hasta 20 centímetros de largo, y con colores y patrones muy similares a los de una boa, los dos ejemplares de Tropidophis cacuangoae usados en el estudio fueron hallados en la reserva nacional Colonso Chalupas, en la provincia de Napo, y en la privada Sumak Kawsay, en la vecina Pastaza.
Asimismo, la cartera de Ambiente local agregó que el descubrimiento elevó a seis el número de especies del género Tropidophis, que habita solamente en Sudamérica.
La nueva especie de boa enana es considerada endémica de Ecuador y su hábitat está los bosques piemontanos, que son zonas lluviosas, húmedas y con neblina.