El exmédico del Ejército uruguayo Carlos Suzacq Fiser se opuso este miércoles ante la Audiencia Nacional española a ser extraditado a Uruguay, país que lo reclama por torturas cometidas durante la dictadura en 1974 y 1975, alegando que los delitos ya prescribieron. El caso quedó listo para resolución tras una vista en el tribunal español español en la que Suzacq, de 72 años, respondió "no" cuando el juez le preguntó si aceptaba la extradición, y en la que la acusación y la defensa presentaron sus argumentos.
Lesiones y detención ilegal
El fiscal del caso informó a favor de la entrega del acusado para que sea juzgado en Uruguay como presunto autor de los delitos de lesiones y detención ilegal, al estimar que, aunque habrían prescrito en el ordenamiento jurídico español, no lo hicieron todavía en el uruguayo. En su informe, el Ministerio Público relata que el reclamado era el médico del Regimiento Sexto de Caballería del Ejército uruguayo y, como tal, asesoró "a los interrogadores del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) para, con coerción física, obtener testimonios de los detenidos".
"Con las confesiones obtenidas mediante el uso de la violencia se obtuvieron condenas de los interrogados y de terceras personas", señala el informe de la justicia española, que agrega que los hechos juzgados "se encuadran en la operación contra el Partido Comunista Revolucionario (PCR) desarrollada entre los años 1972 y 1975".
El fiscal aportó el testimonio de nueve víctimas, entre ellas AMMN, quien "manifestó que cuando estaba detenida en el Regimiento Sexto estuvo siempre encapuchada y que el doctor Carlos Suzacq Fiser fue el médico que le dijo que no estaba embarazada pese a que lo estaba". Entre otras torturas, declara que la picanearon y amenazaron con quemarla con ácido o fusilarla, un testimonio similar al de otras víctimas.
El argumento de la defensa
Sin embargo, para la abogada defensora de Suzacq el tratado de extradición entre España y Uruguay impide entregarlo si los delitos prescribieron en la legislación española, como es el caso, al haber transcurrido más de veinte años desde su comisión. Además estima que los hechos no pueden ser considerados como delito de lesa humanidad, por el que también es reclamado por Uruguay, ya que no estaba aún tipificado en el Código Penal español en el momento en que se produjeron.
La letrada también alegó que Suzacq es español desde 1978 y renunció a la nacionalidad uruguaya. Recordó que es residente en España, al igual que su mujer, sus hijos y sus nietos, y tiene acreditada su labor como médico.
"Delito imprescriptible"
La integrante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de Uruguay, Elena Zaffaroni, quien fue testigo de las torturas hacia su esposo, Luis Eduardo González, dijo que el rol de Suzacq era "reanimar a los detenidos cuando sufrían un paro cardíaco durante las torturas". La referenta de la agrupación que reúne a familiares de los 192 desaparecidos uruguayos contó que muchos años después de esos hechos, otra víctima supo que Suzacq visitaba Uruguay cada fin de año para reunirse con su familia y residía en Madrid, donde aún ejercía la medicina.
Luego de una búsqueda en la guía telefónica española dieron con él, quien reconoció haber estado en el regimiento Sexto de Caballería en la época, pero dijo no saber nada sobre la desaparición de González. En diálogo con la diaria, Zaffaroni dijo que espera que le den la extradición y que "se suma hoy en la ampliación de este interés de extradición la condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de diciembre de 2022 como delito imprescriptible".