Sanadora y sanadores de los pueblos kolla, huarpe, amaicha, diaguita, charrúa, guaraníes y mapuche, compartieron sus saberes en el Museo Arqueológico Adán Quiroga y en el sitio Pueblo Perdido.

La capital de Catamarca fue la sede el pasado fin de semana del Segundo Congreso de Medicina Ancestral, organizado por el Consejo de Sanadores Indígenas de Argentina (Cosindia). El Consejo reúne a sanadores y sanadoras de los pueblos originarios y se formó hace 4 años como un espacio de transmisión intercultural. El primer encuentro se celebró en Los Toldos en Provincia de Buenos Aires.

Catamarca 12 dialogó con Mamay Kantuta Killa, de la comunidad quechua Ayllu Mayu Wasi, integrante de Cosindia y del Consejo de Amautas indígenas del Tawantinsuyu.

“Brindamos atención a la interculturalidad y transmitimos los conocimientos de esta medicina ancestral a todos los hermanos y hermanas y para toda la comunidad también, con la intención de que se brinde un servicio de salud más integrativo y pluricultural”, dijo la sanadora en su visita a Catamarca.

Mamay explicó que la medicina ancestral es la aquella que se transmite de generación en generación en los pueblos originarios. “No se mezcla con conocimientos de terapias alternativas ni con otras culturas. No somos curanderos tampoco, porque los curanderos mezclan con la santería”, señaló la mujer.

En este sentido explicó las variantes que existen: “Nuestra medicina ancestral se practica con medicina de las plantas en tizanas, preparados, macerados, emplastos; con la medicina de los animales, con sus grasas, por ejemplo; con la medicina de las piedras, con la vibración de su energía; con los elixires; con la medicina del fuego; con la medicina de la palabra también porque sanamos la parte psicológica con la palabra espiritual; con la medicina de la tierra, cataplasmas con barros medicinales; con la medicina del agua para equilibrar las aguas internas, para depurar, hacer baños de florecimiento, baños medicinales; hay muchísimas prácticas de medicina ancestral y son todas medicinas de la madre tierra, nuestra Pachamama, no son medicinas químicas”.

Una de las actividades del Congreso consistió en una caminata de reconocimiento de plantas nativas medicinales.

Mamay señaló que a través de los encuentros buscan poner en valor una forma alternativa de sanar con “una medicina que nos brinda nuestra madre tierra y que no es costosa, simplemente debemos conocerla y conocer a los sanadores y sanadoras de nuestros pueblos que estamos en el territorio".

En este sentido expresó la importancia de "conocer los centros interculturales de salud indígenas que existen al servicio de la salud ancestral originaria que se complementa con la medicina universitaria".

También estuvieron presentes Tayta Wari Rimachi (Pueblo Quechua Kolla), Tayta Antonio Cruz (Pueblo Diaguita Calchaquí), Abuela Ernestina Valderrama (Pueblo Amaicha), Tayta José Charquiagu Jofre (Huarpes) y el Abuelo Mario Toro (quechua).