El viernes 13 comienza una nueva edición del festival online My French Film Festival, que desde 2010 propone a los internautas un mes dedicado a la producción audiovisual francófona, mayormente reciente, aunque también hay algún clásico o film “patrimonial”. Organizado por UniFrance (el organismo dedicado a promover el cine francés fronteras afuera de su país), el festival es enteramente digital desde su primera edición y se puede seguir en todo el mundo, aunque sólo es gratuito en América latina, África, el sudeste asiático, Corea del Sur, Rumania, Rusia y Ukrania. Para seguir sus alternativas, alcanza con registrarse en www.myfrenchfilmfestival.com.
Este año MyFFF propone 29 films, de los cuales 20 (10 largos y otros tantos cortometrajes) estarán en competencia. Además, hay seis secciones temáticas que de modo laxo organizan la visualización del contenido: Doing It Their Way (“Haciéndolo a su modo”), France Has Got Talent (“Francia tiene talento”), Kids Turned Out Fine (“Los chicos salieron bien”), Under Your Spell (“Bajo tu hechizo”), Faces + Places (“Caras + Lugares”), Enjoy the Silence (“Disfrutá el silencio”). Además del voto (online, claro) del público, habrá un jurado integrado por Emily Atef (Francia/Iran), Chie Hayakawa (Japón), Joh Jousmanen (Finlandia), Sergei Loznitsa (Ucrania) y Albert Serra (España). También habrá otro de periodistas especializados de todo el mundo que elegirán los premios de la crítica internacional. Los premios del jurado y la prensa se anunciarán el 10 de febrero y los del público el 14, un día después de terminado el Festival.
En competencia hay películas como La vida sin ti (“Á propós de Joan”, de Laurent Larivière), en que un viejo amor vuelve a la vida de la protagonista, quien decide ocultarle que tienen un hijo juntos. En El mundo después de nosotros (Louda Ben Salah-Cazanas) la historia gira en torno al encuentro fortuito de dos jóvenes en un tren, que les hace replantearse sus planes de vida. En otro extremo, en la comedia negra Naranjas sangrientas (de Jean-Christophe Meurisse) se cruzan dos jubilados endeudados intentando ganar un concurso de rock, la investigación a un ministro por evasión de impuestos y el encuentro de una adolescente con un maníaco sexual, en una búsqueda del director por denunciar los monstruos de la sociedad contemporánea.
En Los magnéticos (de Vincent Mael Cardona) se retrata la Francia de comienzos de los años '80, la de la llegada de la izquierda al poder, la liberación del rock and roll y el nacimiento de las radios independientes. Por otro lado, Alice Diop intenta un retrato más contemporáneo en Nosotros, donde a partir del recorrido de un tren de los suburbios parisinos explora distintas escenas de la ciudad: un mecánico, gente que conmemora a Luis XVI, una enfermera, niños de vacaciones, un escritor y más.
El cruce, de Florence Miailhe, es una película animada que cuenta el largo derrotero de dos jóvenes que intentan huir de su país hacia otras tierras más tolerantes (y que la directora inspiró su propia madre y abuela). Una historia de amor y deseo, de Leila Bouzid, es el encuentro entre Ahmed, un francés de origen argelino, y Farah, recién llegada de Túnez. Rodeados de un corpus de literatura árabe sensual y érótica, ambos exploran sus deseos en un típico relato iniciático.
Estos largometrajes, varios más dentro y fuera de competencia, y una multitud de cortos –varios de ellos animados, lo que demuestra la solidez del mundillo de la animación francófona- integran la oferta de My French Film Festival. Ideal para dedicarle un mes estival.