Casi treinta años después de su muerte, la figura de Salvador Dalí vuelve a levantar polvareda. La exhumación de sus restos por una demanda de paternidad abrió la polémica en España. La denuncia original de Pilar Abel, planteada en 2006, llegó ayer a su momento culminante, cuando por orden judicial se tomaron muestras de ADN del célebre artista en el cementerio catalán de Figueres.
Muestras de pelo, uñas, dientes y dos huesos del pintor fue lo que la acción judicial se llevó para analizar genéticamente y comprobar si la demandante es hija o no del pintor fallecido en 1989. La Fundación Gala-Salvador Dalí, que el artista creara en 1983 tras la muerte de su esposa y musa, es la principal crítica de la exhumación. La entidad reclamó que se devuelvan los restos tomados durante casi cinco horas de trabajo por los peritos.
Tras la muerte de Dalí, éste fue embalsamado, y su cuerpo se encuentra en buen estado de conservación. A tal punto que, según contó Lluís Peñuelas, secretario general de la Fundación: “El bigote preservaba su clásica postura de las diez y diez. Comprobarlo fue un momento muy emocionante”. Con todo, la entidad considera la acción judicial “del todo improcedente” y quiere un resarcimiento.
"La resolución judicial no está motivada ni tiene ningún fundamento", aseguró el gerente Joan Manuel Sevillano. Aseguraron que sólo se justificaba tomar muestras bajo la certeza de tener indicios suficientes y que este no es el caso. De hecho, la demanda se sustenta en la declaración notarial de una amiga de la madre de Abel, que ratifica la versión de la querellante de que su madre tuvo una relación con el autor de La persistencia de la memoria. Pilar Abel nació el 1º de febrero de 1956 en Figueres y asegura que su madre, que hoy tiene 87 años, se lo confirmó.
La exhumación se llevó a cabo desde las ocho de la noche del jueves hasta cerca de la una de la madrugada del viernes. Antes del procedimiento se confiscaron los teléfonos celulares para evitar que se filtraran imágenes del cuerpo momificado de Dalí.
En el acto estuvieron presentes el abogado de la presunta hija, la alcaldesa de Figueras, miembros de la Fundación, representantes del área de Cultura del gobierno catalán, una abogada del Estado y Narcís Bardalet. Este último es el forense que procedió a embalsamar a Dalí tras su muerte a los 84 años, el 23 de enero de 1989.
“Estoy segura de que soy su hija”, insistió Abel tras la acción judicial que resolverá el enigma. "Si los resultados no son lo que espero, continuaré para adelante porque no me fío de esta gente", llegó a decir. Abel quien tuvo cierta fama como tarotista en un programa de TV en Girona y llevó a juicio en 2005 al escritor Javier Cercas por sentirse identificada en el personaje de una pitonisa de comportamientos soeces en la exitosa novela Soldados de Salamina. Reclamó 600 mil euros y perdió.
Del resultado de los análisis depende el futuro del 25 por ciento de los bienes de Dalí al morir. Eso es lo que, según la propia Fundación, podría reclamar Abel si las muestras son compatibles en un 99,9 por ciento con su ADN. Como Dalí legó su obra al Estado español, los propios contribuyentes españoles cargarían con las costas. También podría usar el apellido Dalí y acceder a los derechos de autor.
El resultado se conocerá en los primeros días de septiembre. La justicia informará a las partes antes del 18 de septiembre. Ese día comenzará el juicio entre Abel y la Fundación.
