¿Cómo está, lector cómo la anda pasando? Sí, lector, ya lo sé, todas y todos lo sabemos, son días complicados. Porque falta poco para las PASO, y encima, parece que vende el Arsat ( a diferencia del resto del país, que según dicen, se regala), porque ya pasaron 10 años desde el fallecimiento del querido Fontanarrosa, tan necesario en estos tiempos complicados, y porque, por di esto fuera poco, se cumplen 48 años desde que Neil (no Luis) Armstrong dio un gran paso para la Humanidad y puso un pie en la Luna, y para complicarlas más aun, el jueves 20, fue el día del amigo.
¿Que tiene que ver una cosa con el otra? se preguntará usted. Bueno, si se lo pregunta, nada podemos responderle ya que, aunque lo queremos mucho y hace casi 30 años que estamos juntos, no somos usted. Pero si en vez de preguntárselo, nos lo pregunta a nosotros, algo hemos de decirle. Quizás no tengamos la respuesta, pero al menos una rica pregunta vamos a poder convidarle.
Y como somos generosos, y más aún con los amigos como usted, seguramente vamos a darle alguna pregunta más, para que ese cuñado neoliberal que usted tiene, y que jamás compra este diario. pero si va a su casa lo lee de ojito, tenga algo para masticar, y así tiene la boca ocupada y no la usa para decir esas cosas que dicen los neoliberales cuando no tienen nada que meterse en la boca pero igual le echan la culpa al gobierno anterior.
Veamos. O mejor dicho, escribamos.
El “Dia del amigo” es una grata oportunidad para reunirse y compartir cariño, abrazos, reglaos, comida, bebida y opiniones con las personas queridas, y más que eso, elegidas, que supimos conseguir, y que esperamos que, tal como los laureles, sean eternos.
Es un día de gratos recuerdos, añoranzas y reminiscencias, es uno de esos días que honran a la memoria, que es quien nos lleva de viaje, acompañados, a aquellos momentos, lejanos o cercanos, que hemos compartido y nos han acercado a aquellos con quienes hoy festejamos.
Pero la cercanía de las PASO, la ocasión de votar, elegir, hacen que, como en la canción de Silvio Rodríguez, el tiempo, el implacable, el que pasó, nos muestra que nosotros, los de entonces ya no somos los mismos, o al decir de LItto Nebbia, “si algo ha cambiado, eso es nosotros”
Y entonces, las diferencias, que siempre estuvieron, y bien podrían enriquecer nuestra visa, ya que ser diferentes es casi necesario para poder querer al otro sin que sea un amor narcisista, si se combinan con la certeza delirante, y eventualmente la cerveza exacerbante, pueden derivar en fundamentalismos, que siempre agraden a quienes los reciben y empequeñecen a quienes los dan.
Y entonces, esa brecha que nunca fue grieta, ese precipicio que, siendo pequeño, supimos saltar o resolver con un abrazo, se pone en juego. Se ensancha, se vuelve protagonista. Y los medios ( la exasperante tevé sensacionalista omnipresente en casi todo bar, como si fuera una obligación de dudoso origen), la crispan más.
Y algunos hablan “en nombre del sentido común” (o sea del prejuicio, del odio, de la conveniencia mas egoísta, o de la necedad que ni siquiera toma en cuenta los propios intereses, y te explican que
- Está muy bien mostrar el desastre que nos dejaron, aunque sea a costa de mostrar en cámara a un chiquito vulnerable
- Está muy bien renunciar a los satélites nacionales, son solo un gasto más, como los jubilados, la educación pública y los pobres
- Está muy bien reprimir a los que protestan, porque interfieren con el paraíso sinfónico qiue escucha complacido el resto de los ciudadanos
- Está muy bien que los medios hegemónicos sean un verdadero fuero, que haciendo uso de los tres poderes a la vez, nos diga lo que hay que hacer, nos estimule a que lo hagamos, y nos castigue si no lo hacemos
- Que está muy bien la meritocracia, o sea, el gobierno de los meros, porque entonces cada uno tiene lo que merece y merece lo que tiene, y quedan de un lado los exitosos, y del otro los “exit”
- Que un gobierno que gobierna para todos, hace crecer la riqueza, y también la pobreza
- Que ser neoliberal es ser “independiente, librepensador”
- Que no importa donde se nos meta “la mano invisible del mercado”, hay que aceptarla con alegría
- Que López y Baez y De Vido
¡Cuantos puños golpean las mesas, con, o contra estos “argumentos”, lector! ¡Cuantas pizzas indigestan a quien no puede consumirla mientras oye semejante escato-discurso! ¡Cuantas empanadas se vuelven cachiporras, cuando parafraseando al verso de Martí, “el amigo sincero que me da su mano franca”, de pronto se vuelve “el cruel que me arranca el corazón conque vivo” , y ya no es la misma persona, aunque lo parezca.
¿En qué te has convertido vos que soñabas con cambiar al mundo, o al menos con mejorarlo un poquito? ¿Cómo haces para creerte eso, que salsa importada tienen que untarle a tu bocadillo? ¿Qué mezclum de verdes tipo vendedor tienen que ofrecerte como guarnición? ¿Y esa misma guarnición, ahora ataca y reprime a quienes debe defender?
Lector, ya se que su cuñado neoliberal no esta leyendo más a sus espaldas, pero quizás eso sea lo mejor. Tal vez huyó despavorido a su red social, donde los virtuoso virtuales le están metiendo posverdades en la cabeza. Ojalá que no.
Dentro de tres semanas votamos, lector. Usted, yo, y su cuñado.
De todo esto trata este suplemento.
Hasta el sábado que viene.
@humoristarudy