Después de un largo conflicto que movilizó a los propios trabajadores, la tabacalera rosarina Bronway está cerca de volver a la producción luego de que la Cámara Federal de Apelaciones local redujera la contracautela dispuesta originariamente en primera instancia y la estableciera en un monto que ahora podrá ser abonado por la empresa. Esta reducción considerable del depósito es lo que permite destrabar el conflicto para que la AFIP, con quien se había generado la disputa legal por la eximición del pago del impuesto mínimo al Tabaco, vuelva a entregar los instrumentos fiscales de control (estampillas), necesarios para la venta de los cigarrillos.
La disputa legal comenzó hace dos meses con el pedido de la Tabacalera Bronway Technology S.A. ante la justicia para suspender la aplicación de una resolución general de AFIP, relacionada con la determinación del impuesto interno al tabaco, y autorizar a la empresa a “autodeterminar el tributo por un plazo de tres meses, con la prestación de la contracautela cuyo monto y modalidad será fijada por la jueza de primera instancia”, según se menciona en el propio expediente. Ante esto, la jueza de primera instancia, Silvia Aramberri, decidió fijar y dictaminar una contracautela de 2.000 millones de pesos, monto que desde la empresa consideraron imposible de abonar.
Luego de apelar la decisión ante la Cámara Federal de Rosario -con recusación de jueces por parte de AFIP en el medio-, los camaristas José Guillermo Toledo y Osvaldo Facciano resolvieron revocar la resolución de Aramberri y redujeron la contracautela a 90 millones de pesos, un monto mucho más accesible para Bronway, que ya adelantó que realizará el depósito durante el día de hoy. Los camaristas consideraron que “deben tenerse en cuenta las consecuencias sociales que toda esta situación, de imponerse una contracautela gravosa y de imposible cumplimiento, podría llegar a generar por el riesgo de pérdida de los puestos de trabajo de los empleados de la empresa”.
Si bien la producción no se podrá reactivar hasta tanto AFIP vuelva a enviar las estampillas que llevan los paquetes de cigarrillos y que son los instrumentos fiscales de control necesarios para la venta, es un primer paso para que los 200 trabajadores puedan retomar la actividad. “Esto ahora baja a primera instancia y tenemos que entregar el monto de la contracautela. Con eso, vamos a AFIP y allí se genera un proceso que ya la empresa está estimando que va a ser lento. Mientras tanto la producción esta parada con los trabajadores expectantes”, aseguró a Rosario/12 uno de los abogados de la empresa.