El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró hoy el estado de catástrofe grave en California, luego de tres semanas de precipitaciones sin precedentes que ya causaron al menos 19 muertos, y donde se preveían nuevas tormentas esta noche y mañana.
Las nuevas lluvias "podrían provocar más inundaciones" en suelos ya anegados, donde unos 26 millones de personas están bajo alerta ", señaló el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS), según la agencia de noticias AFP.
Una impresionante ola de lluvia -y nieve en las zonas de montañas- arrasó el sábado muchas zonas del estado más poblado del país, cuyos suelos están llegando al punto de saturación.
Las líneas eléctricas quedaron dañadas, y los campos y las carreteras estaban totalmente inundados. El organismo meteorológico alertó de "inundaciones desastrosas" en la región de Salinas, una importante zona agrícola al sur de San Francisco.
El gobernador de California, Gavin Newsom, advirtió a la población que todavía no están a salvo: "No se ha terminado", dijo el sábado tras visitar a los habitantes afectados por las tormentas.
Trombas de aguas azotaron la costa del Pacífico, lo que provocó el desborde de muchos ríos e inundó zonas urbanas, viviendas y tierras que venían de padecer una sequía que parecía interminable.