Lamentablemente, apenas asumió la Comisión Directiva actual de Newell's me vi venir una mala gestión. Endeudaron aun más al club, hicieron sus negocios con jugadores del montón que jugaron poco y/o no rindieron, no les pagaron a los jugadores, a los empleados, ni a los docentes del CIENOB (el Colegio del club), y menos al cuerpo técnico saliente. El presidente Bermúdez se encargó de pelearse con todos. por los medios, con mentiras, declaraciones desafortunadas y fuera de lugar, cínicas.
Desde el día uno declaró que la situación económica del club era brillante y que el problema solo era futbolístico. Logró mentirnos en la cara. Volvió a decir lo mismo en enero de este año, cuando se les debía meses de salarios a empleados y jugadores.
Trajeron buenos jugadores pero también otros que jugaban poco o eran insostenibles en el equipo titular. Así también taparon a pibes que eran campeones de reserva y prácticamente pueden jugar en Primera.
Esta CD vendió (y mal) a un buen proyecto de arquero como lo era Unsain y deja libre a otro arquero campeón de reserva como Kevin Humeler. Quisieron vender a Milton Valenzuela a un grupo inversor que lo llevaría a España por solo 700.000 dólares y las agrupaciones políticas del club en conjunto, con socios e hinchas, insistieron en que no hacieran la transacción. Por eso dieron marcha atrás.
En un año se sacaron de encima a los ídolos Gato Formica, Nacho Scocco y ahora a Maxi Rodríguez, de forma autoritaria, desprolija y con pocas ganancias económicas para el club, dejando así a un plantel sin referentes ni experimentados que marquen el camino.
El maltrato injusto y público que recibió el DT anterior Diego Osella es algo que tampoco toleré y que dejó a la vista la clase de dirigente y persona que es el presidente Bermúdez. Ahora permiten que el empresario (y representante) Granero haga sus negocios con las incorporaciones.
Esto puede terminar muy mal si los socios e hinchas no ponemos un freno a estos dirigentes que se libraron de ídolos para hacer sus movimientos personales dentro del club con total impunidad. La ida de la Fiera fue la gota que rebalsó el vaso.