La realidad se superpuso con los deseos de Esteban Bullrich. El primer candidato a senador bonaerense por Cambiemos había apuntado a la cerveza artesanal como una alternativa para el emprendedurismo. Según la prensa especializada, la cerveza artesanal ya no es negocio.
“La cerveza artesanal ya no es negocio en América”, señala la nota de The Economist, que vio la luz el 6 de julio y se publicó en castellano casi al mismo tiempo que Bullrich decía que "hay que ayudar a los bonaerenses a generar proyectos propios. Por ejemplo, ahora en La Matanza y en otros lugares del conurbano, los emprendimientos de las las cervecerías artesanales están creciendo muchísimo”. Una apreciación que provocó críticas y que ahora se constata como falsa en la principal potencia del mundo.
La nota del semanario británico remarca que dos son las causales por las que el negocio de la cerveza artesanal ya no es tan redituable en un país con un altísimo consumo de bebidas alcohólicas. Por un lado, los consumidores se vuelcan más al vino y a los licores. Por otro, se acható un consumo que había sido un boom. El nivel de crecimiento de 2016 llegaron a la mitad de los de la tasa de 2015. Las ventas cayeron el 0,7 por ciento desde mediados del año pasado.
Para peor, la caída en las ventas da poco margen de maniobra a los pequeños productores frente a los gigantes del sector, que controlan la mitad del mercado en Estados Unidos. Lo cual implica controlar la distribución. Aun así, hasta una marca como Budweiser ha tenido mermas de hasta ocho puntos, algo que no se veía desde los tiempos de la crisis financiera de 2009.
Bajo estas condiciones, no sería bien visto en Estados Unidos que un candidato a senador aconsejara invertir en el rubro cerveza artesanal.