El gobierno británico decidió este lunes bloquear una ley escocesa que facilita el cambio de género, una decisión que amenaza con desatar un enfrentamiento judicial con Edimburgo, que denunció un "ataque" contra las instituciones locales.

La ley escocesa, adoptada el 22 de diciembre en el Parlamento local tras intensos debates, permitía cambiar de género a personas de 16 y 17 años, eliminando el requisito de un diagnóstico médico de disforia de género. Este lunes y tras la comunicación del ministro británico para Escocia, Alister Jack, la norma quedó sin efecto.

Jack justificó la decisión de bloquear la ley por la preocupación de que afecte de manera negativa la legislación sobre la igualdad en el Reino Unido. El ministro explicó que decidió recurrir a una disposición que permite impedir que el texto obtenga el acuerdo del rey y entre en vigor. "Mi decisión tiene que ver con las consecuencias de la legislación sobre el funcionamiento de la protección de la igualdad", subrayó.

En este contexto, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, denunció en Twitter un "ataque" contra el Parlamento local "elegido democráticamente y su capacidad de tomar decisiones propias". 

El gobierno escocés "defenderá esta ley" y "el Parlamento escocés también", añadió. Sturgeon, enfrentada al gobierno británico por impedir un referéndum sobre la independencia, denunció un "veto de Westminster".

Horas antes, había advertido que defendería ante la justicia las competencias del Parlamento regional si Londres intentaba bloquear la norma. "Defenderemos la legislación de forma absoluta, robusta y rigurosa y con un grado de confianza muy, muy, muy alto", afirmó.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, se convierte ahora en el primer jefe de gobierno británico que utiliza el mecanismo de bloqueo de una decisión de competencia regional, lo que podría dar más argumentos a los defensores de la independencia.

La decisión del ejecutivo británico amenaza con agravar las tensas relaciones entre ambos gobiernos dos meses después de que el Partido Nacional Escocés (SNP) de Sturgeon viera frustrados por el Tribunal Supremo británico sus esfuerzos por celebrar un nuevo referéndum de independencia al que Londres se opone férreamente.

Pese a que el poder autónomo tiene competencias en la materia, en virtud de las normas de descentralización que condujeron a la creación del Parlamento escocés en 1999 Londres puede bloquear la legislación si el ejecutivo central considera que tendrá un "efecto adverso en el funcionamiento de la ley".

Seguí leyendo: