Este martes Gendarmería Nacional recibió en un acto conducido por el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el director de Aduanas, Guillermo Michel, 163 neumáticos incautados por la Dirección Nacional de Aduanas en Gualeguaychú. Esto fue posible gracias a la firma de un acuerdo tripartito entre la fuerza federal, la Aduana y el Ministerio de Seguridad de la Nación.
“Todo esto que están viendo acá hubiese ido a la basura o a incineración y los argentinos no hubieran recibido ningún tipo de beneficio”, dijo Fernández cuando tomó la palabra frente al edificio de la Aduana en Gualeguaychú, donde se produjo la entrega.
La idea es que las mercaderías que sean secuestradas por el Estado sean devueltas a la sociedad en los sectores que más las necesiten, especialmente en áreas como seguridad, salud y protección del ambiente. “Creemos que haciendo esto hemos recuperado algo que les va a pertenecer a los argentinos: va a ir a los móviles de cualquiera de las fuerzas federales y no hará falta comprar neumáticos para aquéllos”, remarcó el ministro.
Desde julio del año pasado la Aduana secuestró 37.665 neumáticos de los cuales 15.645 ya están disponibles para entregar a las fuerzas de seguridad. Más de 22 mil cubiertas están en proceso de disponibilidad jurídica. “Todos los días realizamos decomisos, imponiendo una presencia total a lo largo y ancho del país”, afirmó el administrador federal, Carlos Castagneto.
La primera entrega destinada a las fuerzas de seguridad consistió en 163 neumáticos para automóviles con un valor promedio mínimo de $40.750. La región Hidrovía dispone de otras 3.420 cubiertas.
Los funcionarios hicieron fuerte hincapié en la importancia de que se pueda poner a recircular lo que fue incautado. En primera medida está el factor económico que genera la adquisición de neumáticos. Además, en términos de seguridad se podrán cumplir de manera más eficiente las actividades que tengan los trabajadores.
La emisión de carbono que causaría la incineración que se evitó ayudará también al ambiente, si se tiene en cuenta que cada tonelada de caucho emite aproximadamente 1.5 toneladas de CO2. “Este acto simbólico también tiene bastante de concreto y efectivo: hemos recuperado algo que les va a pertenecer a los argentinos”, aseguró Fernández.