Describir a Amanda y a este libro no es tarea fácil.
Primero haré una corta reseña de la vida de Amanda. La parte Argentina, la deben conocer muchos de los que lean este libro. Inició su militancia muy joven, conmovida cuando oyó los disparos que asesinaron a Cogorno en 1956, en La Plata. Allí comenzó su militancia, que la llevó a participar en las Fuerzas Armadas de la Revolución Nacional (FARN), el grupo del Vasco Bengoechea, que se destruyó con la explosión del edificio de Calle Posadas en 1964. El pasaporte de Amanda quedó intacto (estaba en una caja de seguridad), por lo cual la buscaron y capturaron, pasando unos meses en la cárcel. Liberada por falta de pruebas, se unió a Acción Revolucionaria Peronista (ARP), la agrupación creada por John William Cooke y Alicia Eguren, de donde sería expulsada por su apoyo activo a la huelga portuaria. También en esta ocasión sería detenida por unos días, acusada de portar armas. Allí comenzó la militancia armada, que la llevaría a ser cofundadora de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Sería apresada luego en Taco Ralo (Tucumán) en septiembre del ‘68 y quedaría ya registrada como la primera guerrillera argentina, tal y como hasta el diario Clarín la definió al informar sobre su fallecimiento. Se fuga de la cárcel del Buen Pastor en Capital, en una operación en que las Organizaciones Armadas Peronistas (FAP y otras organizaciones) participaron. Quedaría en la clandestinidad, siempre participando activamente en las FAP, hasta el 25 de mayo del ‘73, cuando pudimos reencontrarnos. En marzo del ‘74 nació nuestra hija, Cecilia. La primavera socialista de Cámpora duró poco y pronto tuvimos que pasar nuevamente a la clandestinidad. Así hasta agosto del ‘76, donde salimos hacia Brasil, para buscar el exilio en Méjico. La estadía se hizo larga y allí nació, en enero del ‘77, nuestro hijo, Gerardo (bautizado así en homenaje al primer caído en combate de las FAP, Gerardo Ferrari). Por último los avatares de la historia (en forma de un funcionario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados -UNHCR-, que nos lo señaló) nos llevaron al exilio en Suecia, arribando aquí en septiembre del ‘77.
Y aquí comienza la historia de este libro. Amanda siguió siempre siendo “de armas llevar”, aunque ahora la lucha era contra los prejuicios antifeministas y la discriminación que había (y todavía hay) en Suecia contra los inmigrantes de los países no europeos. Le costó mucha lucha hacer valer sus méritos, demostrar su capacidad, su inteligencia y su capacidad de trabajo. Fue una lucha contra los prejuicios de la universidad gotemburguesa. Finalmente hubo una institución y un profesor a la cabeza de esa institución (Historia de las Ideas) que le dieron la oportunidad de demostrar sus valores. Aquí cabe reconocer el aporte que hizo el Profesor Sven Eric Liedman al abrirle las puertas de su institución. Serían amigos muy cercanos hasta la muerte de Amanda. Liedman la recordó en sus palabras de despedida al fallecer Amanda. “Fueron más de tres decenios en Gotemburgo. Entró a nuestra Institución, Historia de las ideas, donde sería una figura central. En 1990 se doctoró, se la integró como investigadora científica, durante un periodo fue jefa del Museo del Mundo y finalmente fue contratada a título permanente como investigadora / profesora en la Institución. Su tesis doctoral Por otros medios, analiza las conexiones entre la guerra y el socialismo, desde Marx a Guevara. No es solamente un análisis original y brillante, sino también una crítica acertada a la tradición a la que ella misma perteneció. Ella muestra cómo el pensamiento de la guerra amenaza las bases mismas de las ideas de la liberación humana”.
Hacer una carrera universitaria y lograr el doctorado, cuando se lo tiene que hacer en un idioma totalmente desconocido al principio, muestra las capacidades de Amanda. Con experiencia propia, les diré que el sueco es un idioma más bien complicado de aprender para un hispanohablante. Amanda, en algún momento lo definió, retomando un viejo juicio de los daneses, en estos términos: “el sueco no es un idioma, es una enfermedad de la garganta” (eso porque ciertas exigencias de la pronunciación son todo un desafío).
Desde el comienzo Amanda puso el acento en aprender el idioma. Fue un proceso largo: los primeros balbuceos en el campamento, estudios preliminares en la institución de estudios del mercado de trabajo, pasando a completar la enseñanza a nivel del primario y luego del secundario en una escuela para adultos. De allí la lucha para entrar a la universidad, donde tuvo que demostrar un dominio perfecto del idioma. Lo que evidentemente logró con creces.
Y aquí comienza la idea de escribir un libro. Naturalmente, producto de la experiencia vivida, Amanda tenía mucho interés en comprender qué nos había llevado a la catástrofe, luego de la victoria de mayo del ‘73. Cómo, porqué, las organizaciones político-militares de aquellos tiempos se perdieron en las tinieblas que llevarían a una derrota que costaría a nuestro país la pérdida de más de 30.000 compañeros y el exilio de muchos miles más. Fue allí donde nace este interés sobre la teoría de la guerra. De dónde viene, qué influencias nos trae. Por qué caminos llegó a nuestra sociedad y a nuestra militancia.
No oculto: este libro es una tesis doctoral. No es una lectura fácil, para tenderse en la hamaca y dedicarse a leer por placer. Exige que pongamos nuestra atención en el texto, que leamos cuidadosamente y que pensemos lo que se nos transmite. Es un largo camino a través de la teoría de Clausewitz, cómo se incorporó al marxismo y luego a la Revolución Cubana. Y desde allí a nuestros movimientos armados en la Argentina.
El análisis de la revolución cubana, que implicó largas estancias en la Isla es una gran parte del libro. Creo que es de gran importancia ese análisis, para entender el porqué de nuestro intento de “copiar” la estrategia, el intento guerrillero de Taco Ralo estaba destinado a fracasar, más allá de que se abortó, se debió a errores muy concretos. Las experiencias siguientes, sobre todo a través del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) lo confirmaron. Amanda también dedicó su interés al desarrollo de la teología de la liberación en Latinoamérica, escribiendo un libro sobre el tema, publicado en 1995, Teori och praktik i de fattigas universum (Teoría y práctica en el universo de los pobres). El último proyecto al que estaba dedicada, que la enfermedad y la muerte le impidió finalizar, era el estudio de la historia y condiciones de vida de los indios mapuches, a los cuales iba a visitar, pero sin poder concretar el viaje.
Me quiero adelantar a una de las conclusiones del libro. Es una cita de dos compañeros ejemplares en su lucha, Envar El Kadri y Jorge Rulli. Porque es algo que ya en aquellos tiempos de las FAP discutimos. “Cuando uno empieza a pensar así, cuando uno se pone un uniforme y asume la jerarquía y las formas organización del enemigo, esto lleva a que uno se convierte en el enemigo... El enemigo ya te ha vencido porque él ya ha logrado convertirte en él mismo”.
Hay múltiples ejemplos de que esto fue así, principalmente en Montoneros y ERP. Quizás el libro y los pensamientos de Amanda nos lleven a comprender que esto vale tanto en la guerra como en la política. Y es de esperar que nos permita encontrar formas nuevas de organización política que nos ayuden en la lucha por la creación de la patria Justa, libre y soberana.