Mientras que en la Cámara de Diputados el Frente de Todos se las rebusca para sortear el bloqueo de Juntos por el Cambio y evitar una nueva parálisis legislativa, el Senado presenta un escenario más amigable para el oficialismo. Allí, gracias al acompañamiento de aliados y el regreso de José Mayans, la bancada del FdT cuenta con un control que le permite fantasear con que, al menos una de las dos cámaras, podrá sesionar durante el verano. El pliego de Daniel Rafecas para la Procuración General es una apuesta improbable -se necesitan los dos tercios para aprobarlo-, pero el temario de extraordinarias incluye una batería de iniciativas sociales que podrían tener más suerte. Las conversaciones, sin embargo, no comenzaron aún y no son pocos los senadores oficialistas que, incómodos frente al juicio político a la Corte Suprema, advierten que habrá que sentarse a negociar primero.
Son dos mundos opuestos. De un lado de Pasos perdidos, les diputades del oficialismo comenzaron a intensificar la actividad al calor de los preparativos para el juicio político a los cuatro jueces de la Corte. El panorama para el resto de los proyectos incluidos en el temario de extraordinarias es, en cambio, mucho más complicado. Y es que la decisión de JxC de bloquear el Parlamento mientras dure el juicio político amenaza con contagiar a los bloques del medio, alejando más y más la perspectiva de poder sesionar. En el Senado, mientras tanto, el bloqueo de JxC se sostiene, pero su capacidad de obstrucción es mucho menor. Eso sí: a diferencia de Diputados, ningún senador recibió un mensaje que lo inste a prepararse para el inicio del período parlamentario. En los pasillos de la Cámara alta predomina el silencio, dado que la gran mayoría de sus integrantes continúa aún en sus provincias (de vacaciones o de campaña o, en muchos casos, ambas a la vez).
El quórum
"Tenemos 38 senadores ya, nos sobra uno", ironizó una fuente de la bancada oficialista en el Senado, confirmando así el regreso del jefe del interbloque, José Mayans, quien, durante los últimos meses había estado recuperándose en Formosa por un problema de salud. El control del FdT sobre el Senado es frágil, ya que al contar con 35 senadores propios siempre necesita que al menos dos de sus tres aliades habituales -es decir: Alberto Weretilneck (Río Negro), Magdalena Solari Quintana (Misiones) y Clara Vega (La Rioja)- lo ayuden para el quórum. Cuando algún senador oficialista se ausenta -como el caso de Mayans o de otras bajas por enfermedad que hubo durante 2022- la matemática se complica. Ahora, en cambio, con 35 firmes, el FdT se encuentra en una posición mucho más cómoda para sortear el bloqueo cambiemita. Algunos senadores oficialistas, sin embargo, no lo ven tan así.
"No va a resultar fácil el quórum. Para adentro hay que arrancar por el consenso porque puede ser que haya cambios a la hora de discutir internamente", advirtió un senador que representa a una provincia gobernada por el peronismo pero que, frente al avance del gobierno nacional contra la Corte, salió a desmarcarse. Ya desde hace un par de años existe un grupo de senadores oficialistas -de Entre Ríos, Salta y Corrientes- que vienen advirtiendo que la agenda de la Cámara alta está demasiado centrada en los temas judiciales y no tanto en "los problemas de las provincias". El pedido de juicio político a la Corte reactivó estos reclamos: "No comparto la estrategia judicial. Hacer una guerra que no podes ganar es absurdo", cuestionó el senador consultado.
A la incomodidad que generó en algunas provincias -como San Juan, San Luis, Salta y Entre Ríos- el pedido de juicio político, se le suma, además, el comienzo de la campaña electoral. Son muchos los gobernadores peronistas que no quieren verse pegados a discusiones nacionales y hay algunos que, incluso, comienzan a sacarse fotos y mostrarse cerca de dirigentes de otros espacios políticos. Es el caso del puntano Alberto Rodríguez Saá y el cordobés Juan Schiaretti. Cabe destacar que Rodríguez Saá ha generado más de un dolor de cabeza en el Senado en el último año. La pelea que mantiene con su hermano, el senador Adolfo Rodríguez Saá, llevó casi a la ruptura del interbloque cuando, en la votación para la ampliación de la Corte, el gobernador mandó a María Eugenia Catalfamo a votar en contra del proyecto.
Se suma, además, el caso de Weretilneck. Aliado habitual del oficialismo, el rionegrino competirá por la gobernación y tampoco quiere verse envuelto en nada que pueda complicarle la elección. "No cuenten con nosotros para el juicio a la Corte. Ni en el Senado ni en Diputados", advirtieron desde Juntos Somos Río Negro, que tiene también dos diputados nacionales.
Los proyectos
En el temario que envió el Ejecutivo se destacan dos proyectos: Alcohol Cero al volante y la propuesta de Rafecas como procurador general de la Nación. Este última iniciativa -una verdadera sorpresa de Alberto Fernández, ya que nadie en el interbloque estaba anoticiado de que incluiría el pliego en extraordinarias- no tiene grandes posibilidades de tratarse en el Senado, ya que se requieren de dos tercios para poder aprobarlo. El pliego para reemplazar a Eduardo Casal está juntando polvo hace tres años ya y en el FdT acusan a JxC por no poder tratarlo. Desde el interbloque opositor, mientras tanto, sostienen que es Cristina Kirchner la que no quiere tratar el tema: "Es una interna de ellos, rebuscada y complicada", sostuvo un vocero del radicalismo.
En el caso de Alcohol Cero al volante, los votos para su aprobación están y, de ser tratado en el recinto, se convertiría en ley. También forman parte del temario el proyecto de "Agujero Azul" -que crea un área marina protegida donde reposan los restos del ARA San Juan-; el que busca establecer un Sistema Nacional de Residencias; la reforma de la Ley de Sangre; la propuesta de modificar la Ley de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica, entre otros.