Funcionarios del Senasa y de la Dirección de Agricultura de Santiago del Estero tomaron muestras de agua, alimento y animales del paraje San Roque, ubicado en el departamento Jiménez, tras denuncias de muerte de animales. La sospecha de los campesinos es que esto ocurrió a raíz de las fumigaciones.

Wilson Michelini, director de Agricultura de Santiago del Estero, dijo a Salta/12 que se encuentran a la espera de los resultados de los análisis, ante denuncias que realizaron pobladores rurales el 26 de diciembre pasado.

El paraje se encuentra a unos 14 kilómetros de El Bobadal, donde se realizaron las primeras actuaciones impartidas por el fiscal coordinador de Termas de Río Hondo, Ignacio Guzmán.

En la denuncia original se informaba de la existencia de fotografías y videos que muestran a una avioneta fumigando en la zona rural, por lo que el fiscal dispuso que se entreviste a los moradores.

Al llegar, la Policía entrevistó a Justino Barraza (policía retirado, según surge del acta), quien ratificó haber visto la avioneta por encima de su casa y que luego encontró nueve aves de granja muertas. Añadió que esta situación no es de ahora, sino que acontece año tras año y que recién ahora decidió dar aviso a las autoridades, dado que él y su esposa se encuentran con problemas de salud.

Los policías indicaron en el acta que el relato de Barraza fue confirmado por las demás familias que residen en el paraje. Los vecinos contaron que pierden aves y padecen la contaminación del agua “producto de la fumigación que realizan en la Finca denomina Santa María". 

Surge además de los relatos que no hay demasiada claridad sobre quienes explotan estas tierras. Algunos indican que serían "propiedad de 'un Francés'". Las tierras, que involucran unas 100 hectáreas, "se encuentran aproximadamente entre 500 a 200 metros de cada casa”.

Evaluar las distintas causas

“Actuamos de oficio y a las tres horas de hecha la denuncia estábamos ahí”, dijo Michelini al responder las consultas de este medio. Indicó que el responsable de las tierras sería un empresario de Tucumán.

Michelini contó que entonces se decidió tomar muestras de la vegetación en la cual, segun la información que dió el responsable de la fumigación, se aplicó el químico Cletodim. También se tomaron muestras de un árbol bajo el cual estaban las aves muertas.

Al dar cuenta de las evidencias mostradas por los campesinos, el director de Agricultura santiagueño detalló que a sus manos llegó un video editado de la avioneta por un lado, y la imagen de las aves fallecidas por el otro. Añadió que en el lote fumigado “no había insectos ni aves muertas”. “Según las imágenes satelitales, entre el lote y las viviendas hay 500 metros de distancia”, agregó.

Algunas muestras fueron al laboratorio de la Estación Experimental Obispo Colombres, mientras que las que tomaron de las aves serán analizadas por el Senasa. Michelini aseguró que quieren dilucidar la verdadera causa de las muertes, ante el temor de que se pueda tratar de alguna enfermedad aviar que haya causado los decesos de los animales. De todas maneras, confirmó que una vez que tengan los resultados de las muestras “se hará un comunicado oficial” para informar “de la mejor manera”.

En cuanto a las distancias de aplicación permitidas, indicó que la mínima para productos menos nocivos es de 500 metros de las poblaciones. Mientras que para aquellos más peligrosos, la distancia máxima es de 3 mil metros.

Actualmente se busca cambiar la normativa que reglamenta la aplicación de agrotóxicos sancionada en 1996. Con esto se prevé recategorizar las distancias de aplicación según las condiciones socioambientales del lugar y modalidad (por aire o por tierra) de la fumigación, además de la nocividad del producto que se aplica.

Extractivismo versus legado originario

“Esta situación es de todos los días”, dijo Sergio Rafaelli, cura párroco de la zona al ser consultado por Salta/12. De hecho, detalló que de noviembre a marzo es “parte del paisaje ver mosquitos terrestres (máquinas fumigadoras) o aviones”, que rocían las tierras con agrotóxicos.

Respecto de la modificación de la normativa para la aplicación de estas sustancias, indicó que los proyectos suelen quedar en manos de “ministros de Producción” santiagueños y a los campesinos solo se les da intervención “cuando la ley está ya casi armada”.

Al igual que lo que acontece en Salta, los recursos para monitorear la actividad de fumigación son insuficientes. El sacerdote destacó que la Fiscalía de Termas de Río Hondo, que actuó en este caso, haya habilitado la vía digital que le permitió con rapidez impartir órdenes a la policía. Pero como el poder de sanción lo tiene Agricultura y “no llega en el momento”, por las distancias y falta de personal, no pueden cumplir con la condición de captar la irregularidad mientras se comete.

“Yo creo que esas condiciones son adrede y forman parte de un sistema pensado para este modelo extractivista”, añadió el cura.

Mientras, en muchos casos los ministerios de Producción (que son los que tienen competencia de actuación) suelen ser ocupados por representantes de los titulares registrales o terratenientes, con la visión de producción que involucra el desmonte y las cosechas para comercializar, sobre todo en el exterior.

En Santiago, Rafaelli destacó que existe “un legado de las comunidades originarias de subsistencia y cría de animales a campo abierto, utilización de frutos del norte y no de acaparar cosas”. Para el religioso, “lo que se está profundizando cada vez más es el modelo extractivista que se basa en entregar los recursos naturales a los ricos”.