El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven atacado a la salida de un boliche en Villa Gesell por un grupo de rugbiers, se acerca a su fin. Luego de tres semanas de audiencias, en las que declararon decenas de testigos, peritos y cinco —de los ocho— acusados, este miércoles 25 de enero comenzará la etapa de alegatos en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, que se extenderá hasta el jueves 26. Se trata de una instancia clave en la que la fiscalía, la querella y defensa brindarán su teoría del caso, con el aporte de los testigos y las pruebas presentadas previamente, para luego dar paso al pedido de la condena que cada una de las partes considere pertinente.
Los ocho jóvenes de entre 24 y 21 años oriundos de Zárate están acusados por el delito de "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" y también por “lesiones leves”.
Los rugbiers se enfrentan al pedido de prisión perpetua, según adelantó la Fiscalía, a cargo de Juan Manuel Dávila y Gustavo García. Ambos funcionarios judiciales explicaron que “se va a acreditar que se pusieron de acuerdo para dar muerte y que a Báez Sosa lo atacaron por sorpresa aprovechando que estaba de espaldas”.
Según establece el artículo 289 del Código Procesal Penal de la Nación, tras la etapa de adiencias en la que se presentaron las pruebas y testimonios, los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari le concederán sucesivamente la palabra a los fiscales, a la querella -Fernando Burlando y su equipo, Fabián Améndola, Facundo Améndola y Germán Facio-, y al defensor, el abogado Hugo Tomei, para expresen sus alegatos finales.
El miércoles 25 de enero alegarán la fiscalía y los abogados de los padres de Fernado Báez Sosa. El segundo día, se reserva exclusivamente para que alegue la defensa de los acusados.
En la instancia de alegatos no se permite leer anotaciones ni ningún "ayuda memoria". Y si bien todas las partes pueden replicar, al defensor le corresponderá siempre la última palabra. Una vez finalizado el alegato, el orador expresará sus peticiones de un modo concreto.
Qué sentencias podría dictar el tribunal de Dolores por el crimen de Fernando Báez Sosa
Respecto a este caso en particular, después del cuarto intermedio, los jueces del TOC 1 de Dolores plantearán la calificación legal del hecho. La sentencia más factible en este proceso sería la de una prisión perpetua para todos los imputados, con la pena de 35 años, debido al agravante de la alevosía, y sin gozar de salidas transitorias. No obstante, una calificación que podría plantear el abogado defensor es la de homicidio en riña, la cual establece una pena mínima de 2 años y una máxima de 6 años. A su vez, se podría esperar que Tomei pida que se desdoblen los roles de acuerdo al tipo de participación de cada uno de los implicados en el homicidio.
Para justificar el pedido de condena por el delito de "homicidio en riña", la defensa se podría basar en la autopsia del cuerpo de Fernando. De acuerdo con el artículo 95 del Código Penal argentino, se asigna a los casos en los que no se puede determinar quién fue el autor o los autores que "ejercieron violencia" sobre la persona haya resultado muerta o lesionada producto de una "riña o agresión" en la que hayan formado parte "más de dos personas".
No obstante, desde el inicio del juicio se comprobó a través de distintos testimonios y pruebas de ADN de sangre que quedó impregnada en una zapatilla que Máximo Thomsen pateó a Báez Sosa en la cabeza, y según la autopsia, la causa de la muerte de Fernando fue "un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a traumatismo de cráneo".