Ucrania investiga las causas de la caída de un helicóptero este miércoles en la región de Kiev en el que viajaba la cúpula del Ministerio del Interior, donde murieron 14 personas. La tragedia sucedió cuando el país aún está digiriendo la matanza de Dnipró donde un misil destrozó un edificio matando a 44 civiles, y reclama un mayor apoyo militar de Occidente para frenar a Rusia por tierra y el aire.
"Es una terrible tragedia y el dolor es indescriptible", declaró el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, al conocer el siniestro en el que murió su Ministro del Interior, Denys Monastyrsky, su primer adjunto, Yevhen Yenin, el secretario de Estado de Interior, Yuriy Lubkovych y otras seis personas a bordo.
El helicóptero en el que viajaba el ministro Monastirski, un H225 Super Puma de 42 años en uso, se estrelló cerca de una guardería y de un edificio residencial de 14 plantas en la localidad de Brovary, al este de la capital.
El ministro es el más alto funcionario ucraniano que muere desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania hace casi once meses. Entre las víctimas mortales de la tragedia hay un niño, según los servicios de emergencia.
De momento, las autoridades ucranianas no apuntaron a una posible implicación rusa y abrieron una investigación para esclarecer las circunstancias. El balance inicial, de 18 muertos, fue rebajado a 14 una vez concluidas las tareas de búsqueda.
Dmitro Serbin, que se encontraba en su apartamento cuando se cayó el helicóptero, corrió a ayudar a los niños en cuanto vio las llamas sobre la guardería: "Los niños estaban llorando, buscando a sus padres (...) tenían la cara con cortes y cubiertas de sangre"
"Sacamos a una niña, la envolví en una chaqueta, tenía heridas en la cara (...) no temblaba ni lloraba". La niña quedó tan desfigurada que en un primer momento su padre no la reconoció, dijo Serbin. Veinticinco personas fueron hospitalizadas, indicaron los servicios de rescate en su último boletín.
"Una terrible tragedia"
El destino del vuelo no estaba del todo claro. Según el asesor presidencial ucraniano Kirilo Timoshenko, el helicóptero se dirigía al frente de guerra con Rusia, aunque el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, afirmó que iba al lugar donde se produjo un ataque con misiles en la ciudad de Dnipró.
Monastirski, abogado de profesión, estaba en el cargo desde julio de 2021. Era miembro del partido del presidente, estaba casado y tenía dos hijos. "Era joven, muy creativo, una buena persona (...) siempre proactivo y apoyando para defender las vidas de nuestros ciudadanos", dijo el alcalde de Kiev sobre el ministro.
Condolencias internacionales
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, fue uno de los primeros en reaccionar: "Nos unimos a Ucrania en el dolor tras el trágico accidente de helicóptero (...) Monastirski fue un gran amigo de la UE".
A su vez, la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, ofreció ayuda a Kiev para investigar las causas del accidente. También hubo condolencias de Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos.
Sin declaraciones
Rusia no dijo nada sobre la tragedia y mantuvo su presión, tanto en el frente oriental, donde su ejército intenta avanzar, como en sus declaraciones. El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró este miércoles que no tiene "ninguna duda" sobre la victoria de su país en la ofensiva de Ucrania.
El mandatario reiteró que Rusia se enfrenta a un "régimen neonazi" en Ucrania y afirmó que seguirá "ayudando" a la población del este separatista de Ucrania. "La victoria será nuestra", aseguró Vladimir Putin.
Su ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, comparó por su lado las acciones de los países occidentales contra su país con la "solución final" del régimen nazi para exterminar a los judíos.
Al mismo tiempo, los países del oeste europeo se están involucrando cada vez más en la guerra, lo cual puede llevar a una escalada impredecible. Polonia y el Reino Unido siguen presionando a Alemania para que envíe armamento militar a Ucrania. Y Gobierno británico anunció que enviará 14 de sus tanques Challenger 2, los primeros de fabricación occidental en llegar a Ucrania. Esto generó una queja de los militares ingleses, aduciendo que su país quedaría desprotegido sin esas armas. Y un centenar de soldados ucranianos llegó a Fort Sill, Oklahoma --EE.UU-- para entrenarse en el sistema de defensa antimisiles Patriot y proteger a Kiev.