Descubrir la persona detrás del personaje. Con esa invitación, llega al país Vida y Obra de Frida Kahlo, única exposición inmersiva autorizada para reproducir la obra pictórica de la icónica artista mexicana. Desde este viernes y hasta fines de marzo, el público podrá asistir a una innovadora experiencia multisensorial donde se fusionan el arte, la historia y la tecnología. La cita es en el Centro de Convenciones de Buenos Aires (Figueroa Alcorta 2099), los martes y miércoles de 16 a 21, y de jueves a domingos de 14 a 21. Las entradas pueden adquirirse en fridaexpoar.com/

Comprender en profundidad el universo artístico y biográfico de la célebre pintora es otra de las grandes premisas del ambicioso proyecto. Con ese objetivo, a lo largo de cuatro galerías se podrá disfrutar de cien obras plásticas y literarias junto con un amplio archivo fotográfico, una banda sonora original -a cargo del compositor Arturo Cardelús- y una serie de proyecciones de videomapping 360º que permitirán a los visitantes sentirse parte de la muestra.

“El público se va a encontrar con la posibilidad de conocer el mundo creativo de Frida de una manera diferente, porque nuestra propuesta no está tan centrada en la historia de dolor que vivió, sino enfocada en sus ganas de disfrutar la vida”, cuenta Carla Prat, directora artística de la exposición, en diálogo con Página/12.

Según anticipa la directora española, el diario que la misma Frida escribió durante los últimos diez años de su vida será el eje central del recorrido. Y entre los tópicos abordados estarán sus contribuciones a la intelectualidad de la época, su exploración de la feminidad, su admiración por la cultura mexicana y su relación con Diego Rivera.

La inauguración se realizó en 2022, en Madrid, donde acudieron más de 100.000 personas. Y el trabajo fue reconocido con el premio “Mejor Diseño de Experiencia 2022” en los Innovation by Design Awards que otorga la revista americana Fast Company. Creada por la empresa española Acciona Cultura, bajo la dirección curatorial de Roxana Velásquez, directora ejecutiva del Museo de Arte de San Diego, y Deidré Guevara, comisaria de la exposición Frida y yo en el Museo Georges Pompidou de París, la iniciativa fue posible gracias a la colaboración con el fideicomiso que Diego Rivera fundó antes de su muerte para preservar la obra de su esposa, así como con Archivos de instituciones como el Malba, el Museo Casa Frida Kahlo y el Museo de Arte de San Francisco.

-¿Cómo surgió este proyecto?

-Surgió de la inquietud de querer crear nuevos formatos de entretenimiento de alto nivel que complementen la experiencia cultural a la que estamos acostumbrados. Los públicos están demandando cosas diferentes y esta exposición ofrece eso. Normalmente, este tipo de experiencias inmersivas son sobre artistas varones como Van Gogh, Picasso o Klimt, y Frida se merecía tener la suya.

-Han tendido puentes con otras instituciones. ¿En qué consistió ese trabajo colaborativo?

-Fue un trabajo arduo de búsqueda de imágenes y de comunicación con otros equipos. En ese marco, nos contactamos con el Malba, el Moma de San Francisco y de Nueva York, el Museo de la Casa Azul y el Banco de México, que tiene los derechos de la obra de Frida, entre otros. Hubo muchos agentes creativos involucrados en esta pieza. Y trabajamos de la misma forma que hubiéramos trabajado para una exposición tradicional. Hicimos un guion curatorial, que es la base académica, y ahí decidimos qué historia queríamos contar y el ángulo desde el cual queríamos hacerlo. Durante ese proceso, seleccionamos las obras que queríamos exponer y luego tuvimos que traducir el guion a una propuesta audiovisual.

-¿Puede decirse que será una propuesta no meramente expositiva sino que está pensada para un espectador activo?

-Completamente. Buscamos que el visitante se involucre, que conozca los dibujos del diario de manera muy íntima, que sienta emociones a través de los colores, y que conozca más acerca de la relación que tenía Frida con su padre y su madre. Lo que tiene Frida es que es un personaje con el que todo el mundo empatiza, ya sea por ser una mujer creativa, por tener una discapacidad o por reinventarse a sí misma. Hay muchos elementos que la hacen muy contemporánea, como el hecho de haberse autorepresentado en sus pinturas. En estos tiempos, con las redes sociales estamos buscando cómo nos representamos a nosotros mismos y eso Frida supo hacerlo muy bien. Creo que hoy ella sería la reina de las selfies.

-¿Por qué genera tanta fascinación la figura de Frida?

-Es indudable que existe una fridomanía. Y creo que su historia es fascinante porque tiene muchas vertientes. En este punto, es importante decir que ella triunfó en vida. En su época ella ya era pionera y era vanguardia. La obra de Frida Kahlo fue la primera del arte mexicano en entrar a la colección del Museo del Louvre, en Francia, y también recibió un premio nacional de bellas artes en su país. Entonces ella ya era exitosa, y a partir de ahí se fue alimentando el mito. En los '70 se vendió su primera obra y en los '80 se escribió su biografía, que se convirtió en la película que protagonizó Salma Hayek. Y en los últimos años, su figura pasó a ser una imagen del movimiento feminista. Creo que eso se debe a que todo lo que hizo Frida fue un acto político, como el hecho de pintarse a sí misma siendo que históricamente las mujeres fueron pintadas por hombres. Ella se negó a eso y dijo: “Yo seré el sujeto y el objeto de mi obra”. Fue una mujer sin filtros.

-A propósito, además de quienes la reivindican, también están quienes objetan que Frida sea un símbolo del feminismo debido a la relación tóxica que mantuvo con Diego Rivera.

-Sí. Es que existe un cuestionamiento permanente de lo que es feminista y de lo que no lo es. En el caso de Frida y su matrimonio con Diego, quisimos hablar de eso pero sin emitir un juicio al respecto. Por supuesto que fue una relación turbulenta, donde hubo idas y vueltas, y en un momento de la muestra buscamos llevar al público a la incomodidad de ese vínculo. Ambos tuvieron una influencia muy importante sobre el otro y los dos se inspiraron mutuamente para realizar sus respectivas obras. Pero es difícil opinar sobre eso, y nuestra intención es dejar que la artista hable y que los visitantes vivan esa relación. Porque, al final, esa contradicción de Frida es la de cualquier mujer. Por eso creo que la apropiación de su vida por parte del feminismo es muy lógica, porque representa las contradicciones que implican querer cambiar el sistema y al mismo tiempo tener que vivir en él.

-Vienen de tener un éxito grande en España. ¿Qué expectativa tienen con su llegada a la Argentina?

-La muestra actualmente también se exhibe en Inglaterra, en Coventry, y ahí también está teniendo muchísima repercusión. Nuestras expectativas aquí son muy altas, porque en este país hay una pasión especial por Frida. Creemos que el boca a boca va a ayudar muchísimo cuando la gente empiece a venir y vea que se trata de algo muy emocional que busca difundir un mensaje de resiliencia. Después de la pandemia que hemos vivido, todo el mundo se va a sentir interpelado por esa pasión por la vida que tenía esta artista, y que deseamos transmitir.