Lo que hacemos en las sombras
“Esta muestra trasciende el horror como género y lo sitúa más bien como una reacción provocativa hacia las turbulentas épocas de los últimos cincuenta años”. Con estas palabras se presenta The Horror Show!: A Twisted Tale of Modern Britain. Se trata de una exhibición en Somerset House, uno de los edificios históricos de Londres, que reúne a más de 200 artistas que han explorado fenómenos sobrenaturales y desvíos de toda índole para dar cuenta de los mundos subterráneos que habitan entre nosotros. Desde la disrupción del punk hasta la bujería moderna de la que se hace eco el feminismo, The Horror Show! es, como su nombre lo indica, una vuelta de tuerca sobre la rebeldía cultural en lengua inglesa de los años 70 para acá y su influencia mundial. Y un homenaje a una película tan icónica como The Rocky Horror Picture Show cuyo director, Richard O’Brien, es parte de las estrellas de este oscuro firmamento. Desde las activistas de WITCH que tomaban las calles con manifiestos y hechizos hasta el film Blue, que Derek Jarman filmó poco antes de morir de sida en los noventa. Desde las canciones góticas de Bauhaus hasta la portada que Guy Peellaert dibujó para Diamond Dogs, de David Bowie. Desde las imágenes “no future” de Jamie Reid que dieron identidad al punk hasta las esculturas posapocalípticas con las que Camelia Parker señala la debacle futura. Todo eso forma parte del recorrido que propone la muestra. Por eso, para ordenar tanto caos creativo, el recorrido se divide en tres actos: Monstruo, Fantasma y Bruja. “Cada época está mostrada a través del objetivo arquetípico de cada uno de estos personajes del horror, a través de pinturas, instalaciones, esculturas y fotos y conectados temáticamente”, explican los curadores; es decir, los cineastas Iain Forsyth y Jane Pollard y la artista Claire Catterall. La muestra se exhibe hasta fines de febrero en the Embankment Galleries y la web de Somerset House ofrece una síntesis tan inspiradora como horrorosa para los visitantes virtuales.
Un vinilo pequeño, pequeño
Lejos de las épocas donde los discos podían llegar a medir 12 pulgadas (es decir, casi 31 centímetros), un grupo de científicos creó el vinilo más pequeño del mundo, tan diminuto que apenas puede verse a simple vista. Con unas medidas de sólo 15 por 15 micrómetros y unos surcos de apenas 65 nanómetros de profundidad, el disquito reproduce 25 segundos de “Rockin’ Around The Christmas Tree”, de Brenda Lee. Así lo anunció el equipo creativo de la Universidad Técnica de Dinamarca, que eligió esa canción navideña porque fue por entonces que llegaron a la versión final de este objeto de tamaño liliputiense. Para tener una idea de lo pequeño que es, el postdoctor Nolan Lassaline, de la Facultad de Física de esta universidad, indicó que “cabe en una sola ranura de un disco de vinilo normal”. Lo cuenta en un video de quince minutos que se puede ver en YouTube donde se explica el proceso de fabricación, y también aclara que la canción solo se puede reproducir mediante sistemas informáticos específicos. El catedrático Peter Noggild reconoció que se trata de un divertimento que puede ser útil en otros aspectos. “Estamos haciendo algo que nunca antes habíamos podido hacer en física y ciencia de los materiales. También lo utilizaríamos para fabricar diminutos sensores de campo magnético que nos permitan medir las corrientes cerebrales. Y esto nos permitiría crear a largo plazo una tecnología que nos permita responder a preguntas relacionadas con la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer”. Pavada de arbol de navidad, entonces. Con o sin rock'n'roll.
Los verdaderos metaleros
Ni Ozzy Osbourne ni Brian Johnson. Los murciélagos son los que pueden producir el sonido más agudo que se conoce. De hecho, los murciélagos tienen el rango vocal más grande de todos los mamíferos, de siete octavas. O sea que su registro de tonos graves es igualmente impresionante porque la mayoría de las voces humanas abarcan solo tres octavas. Ahora, un estudio de la Universidad del Sur de Dinamarca publicado en la revista Plos Biology explora la razón por la cual los murciélagos pueden producir variaciones tan sofisticadas. Por primera vez, los investigadores han captado en video, a una velocidad de hasta 250 mil cuadros por segundo, cómo funciona la laringe del murciélago para crear agudos y graves notables. Ahora se sabe que si bien estos animales producen tonos estridentes para encontrar a su presa a través de ondas de sonido, también pueden producir gruñidos bajos para lo que se conoce como “llamadas sociales agonísticas”, que indican angustia o incomodidad frente a otros murciélagos. Además, por primera vez, los investigadores tienen pruebas fotográficas de las distintas estructuras laríngeas de estos chillidos, similares a los vocalistas de heavy metal. “El hecho de que también hemos descubierto cómo producen llamadas agonísticas fue un hallazgo adicional sorprendente y bienvenido", dijo Jonas Haakansson, del actual equipo de investigación. Quizás Ozzy intuía todo esto y se comió algún murciélago en escena para lograr la perdurabilidad de su superpoder vocal.
El regreso del Facha Distel
Cuando Sacha Distel recibió el título de Caballero de la Legión de Honor en 1997, venía de ser durante tres décadas el poster de la chanson française y el glamour de Francia hacia el resto de Europa. Además era el arquetipo del muchacho sexy de aquellas épocas doradas, con su acento parisino, su sonrisa incombustible sobre la piel bronceada y romances con estrellas como Brigitte Bardot. Esa reputación algo superficial, señala ahora Le Figaro, dejaba de lado su finura como compositor y guitarrista de jazz premiado antes de dedicarse al canto. También cayeron en el olvido los shows televisivos que creó en los '60 para alentar a jóvenes talentos, unos años antes de actuar con Liza Minelli y tocar bajo las órdenes de Quincy Jones. La estrella de Distel pareció apagarse cuando falleció en 2004. Sin embargo, el revival también tocó su puerta y ahora su voz vuelve a ser reivindicada e incluida en bandas de sonido de series y películas. En Inglaterra, donde era tan famoso que llegó a presentar una gala de Miss Mundo, su canción “Ting toung” fue desempolvada para un episodio de Killing Eve, producida por la BBC. También Sex education echó mano del archivo Distel con “Allez donc vous faire bronzer”, que sonó en su tercera temporada, en el mismo capítulo donde también fue incluida la canción “Mon amour, mon ami”, de Marie Laforêt, una artista con la que Distel armó duetos y presentaciones televisivas. El hit “La belle vie”, compuesto por el artista francés y cuya fama internacional hizo que Tony Bennett hiciera su propia versión, suena en un anuncio actual de Orange, la compañía de telecomunicaciones francesa. Laurent Distel, que a los 58 años maneja los derechos de propiedad de la música de su padre, reconoce que en el último año la cotización de las canciones escaló a niveles récord desde el fallecimiento de Sacha. En alguna entrevista, este playboy confesó que su romance con Brigitte no había prosperado “porque nunca había comida para la cena”. La frase, un poco pasada de moda, es repetida en diversas publicaciones actuales aunque son muchas menos las que, por ejemplo, señalan que Distel es la voz en off del documental inglés Django Legacy, estrenado en 1991 en memoria de Django Reinhardt. Consultado por Le Figaro, Gaëtan Kolly (gerente de French Tonic, una multinacional ligada a la música publicitaria) adjudica esta popularidad “a la necesidad de romanticismo ligero y elegante en épocas tan desangeladas como las que nos dejó la pospandemia”. O sea que, sin dejar de ser lo que siempre fue, Sacha esta riendo último. Algo que no le hacía falta, a juzgar por las fotos, para reír mejor.