El dólar cerró ayer a 17,66 pesos, con un aumento diario de 1,2 por ciento (20 centavos) y del 3,0 por ciento en la semana (51 centavos). La cotización minorista alcanzó un nuevo récord, al igual que ocurrió con el tipo de cambio mayorista, que se ubicó ayer en 17,46 pesos, al incrementarse en 22 centavos. El Gobierno insiste que los movimientos del dólar no le preocupan y le pide a la gente que se desentienda de la cotización. En el mercado, pese a los consejos oficiales, la demanda de divisas se mantiene firme y algunos operadores de las mesas de dinero de la city adelantan que en las próximas jornadas podrían superarse los 18 pesos. Los informes de las consultoras ya empezaron a marcar que la devaluación de las últimas semanas tuvo impacto en precios y estimaron un alza arriba del 2 por ciento para julio.
El mercado paralelo, al igual que el tipo de cambio oficial, continuó en alza, marcando un pico de 17,96 pesos. En el Rofex, donde se hacen los contratos de futuros, se negoció a fin de este mes un mayorista a 17,56 pesos, mientras que hubo acuerdos de venta a 20 pesos para abril del próximo año. La compra de dólares volvió a ser atractiva para los inversores que en los últimos meses apostaron por el negocio de la tasa de interés.
Las elecciones son un factor que provoca incertidumbre y lleva a la dolarización de carteras. La autoridad monetaria intentó, subiendo el rendimiento de las Lebac, frenar el cambio gradual de portafolios desde activos en pesos hacia activos en dólares. No tuvo éxito. En la adjudicación de Letras de junio no consiguió renovar unos 122 mil millones de pesos y en la de julio no pudo renovar 84 mil millones. Estos pesos se inyectaron al mercado y presionaron sobre la cotización. Los analistas explican que, luego de haber anotado en los últimos meses elevadas ganancias con las letras, los inversores prefieren realizarlas pasándose a moneda dura y ver qué ocurre después de octubre.
Los principales funcionarios del Gobierno sostienen que este incremento del dólar, que alcanzó a casi el 15 por ciento en menos de tres meses, no tiene impacto económico y es parte de la estrategia cambiaria del Banco Central. “Lo que ocurre con la divisa es parte de un esquema basado en el tipo de cambio flexible. Nuestro objetivo está puesto en la inflación”, dijo esta semana el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Unos días antes había planteado que “no hay motivos para preocuparse cuando el dólar se mueve. El tipo de cambio cada vez va a influir menos en la formación de precios”. El presidente del Banco Central, en una conferencia de prensa a comienzos de esta semana, también se mostró tranquilo con la volatilidad cambiaria. Los técnicos de la autoridad monetaria tienen la hipótesis de que la Argentina logró disociar los incrementos de precios internos de los aumentos en la cotización del dólar.
En los informes de las consultoras, la visión es opuesta a la oficial y empiezan a marcar que la suba del dólar empezó a trasladarse a los precios. En Ecolatina precisaron que hasta junio, cuando comenzó a insinuarse la suba de la divisa, el efecto del tipo de cambio en la inflación era muy acotado. Pero en las últimas semanas “el impacto en la formación de los precios del mercado interno comienza a ser significativo”. Indicaron que la tendencia cambiaria complica el objetivo de bajar la inflación. Elypsis fue otra de las consultoras que señalaron una mayor presión en los precios por la corrección sobre el dólar de las últimas semanas. Los alimentos son uno de los principales rubros en los que el avance de la divisa provoca distorsiones inflacionarias. Elypsis concluyó que “el país todavía no pudo desacoplar dólar de precios locales”.
Algunos operadores de la city afirmaron que el avance de más de 20 centavos de ayer sobre el tipo de cambio mayorista estuvo vinculado con la compra de grandes jugadores que buscaron refugio en la compra de moneda extranjera. El volumen de operaciones de la plaza cambiaria fue el segundo más elevado del mes. La demanda de divisas empezó desde los primeros minutos de la jornada y cuando hubo algo de oferta fue absorbida de inmediato. Sólo al final de la rueda apareció una mayor cantidad de divisas ofertadas para moderar algo los precios. Los rumores de las mesas de dinero indican que hubo un banco privado que, en respuesta a un pedido oficial, ofreció dólares para trasladar algo de calma en el mercado cambiario. En los últimos días, la venta de divisas de los bancos públicos fueron claves para contener las presiones, aunque no alcanzaron para cambiar la tendencia a la suba de la cotización. Los operadores esperan que las compras para cobertura de las grandes empresas continúe en los próximos días y agregan que se suma algo de demanda para hacer frente a compromisos externos (importaciones y pago de deudas denominadas en moneda extranjera).