Las mujeres ya no lloran, ahora las mujeres facturan. Quizás la frase que más “ruido” hizo del nuevo tema de Shakira y Bizarrap. Sin embargo, ¿cuál es la realidad de las mujeres emprendedoras en Argentina?

Según la plataforma de facturación electrónica para Mipymes en la región Alegra.com, las emprendedoras argentinas facturan hasta un 20% más que los hombres en el país.

Por otro lado, de acuerdo al Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Latinoamérica es una de las regiones con mayor emprendedurismo femenino en el mundo. Sin embargo, esto se debe a que esta parte del planeta presenta menores oportunidades de desarrollo para las mujeres en el mercado laboral tradicional, así como también grandes brechas salariales.

De esta forma, como señala la economista Mercedes D'Alessandro en su reciente nota en Página12, "las Shakira con posibilidades de Ferraris y Rolex son muy pocas".

La brecha salarial de género en Argentina

En noviembre de 2022, la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género (DNEIyG) del Ministerio de Economía publicó el informe "El costo de cuidar: las brechas de género en la economía argentina (1er trimestre de 2022)", que presenta un panorama de la situación de las mujeres en el país. Entre otras cuestiones, se observa que:

Las mujeres tienen mayores índices de informalidad que los varones (4,2 p.p. más), porque se insertan en las ramas de actividad más precarizadas: casi 4 de cada 10 mujeres trabajan en actividades relacionadas con los cuidados (trabajo doméstico, enseñanza, servicios sociales y de salud).

● Esta desigualdad histórica se observa en el acceso a la jubilación: solo el 12,1% de las mujeres en edad jubilatoria (entre 55 y 59 años) cuenta con más de 20 años de aportes. En los varones, este porcentaje asciende a 25,5%. Además, 7 de cada 10 personas que perciben las jubilaciones mínimas son mujeres.

● Estas inequidades se sostienen sobre una distribución del trabajo doméstico y de cuidado estructuralmente desigual: las mujeres le dedican 6,5 horas al trabajo no remunerado, mientras que los varones 3,7 horas.

● A la inversa, los varones trabajan de forma remunerada más horas que las mujeres. Por semana, ellos dedican 40,8 horas al trabajo remunerado, mientras que ellas le dedican 32,5 horas.

La brecha de ingreso total individual entre varones y mujeres fue de 28,3%. Esto significa que, en promedio, las mujeres tienen que trabajar casi 9 días más por mes para recibir el mismo ingreso que los varones

A pesar de que se puede evidenciar una disminución lenta pero sostenida en la brecha de género en los últimos años, el informe sostiene que “la distribución del trabajo en la sociedad sigue marcada por una segregación horizontal que reproduce roles de género: los varones se insertan más en las ramas de actividad más dinámicas y estratégicas desde el punto de vista salarial y de empleo formal; las mujeres, en cambio, tienen mayor participación en los sectores relacionados con los cuidados y servicios sociales”.

¿Las mujeres facturan? ¿Cuánto?

En Argentina existen más de 1.6 millones de MiPymes, que generan el 70% de los puestos de trabajo. De acuerdo con la plataforma de gestión y facturación para pequeñas empresas Alegra.com,  más del 60 % de los emprendimientos argentinos son fundados por mujeres.

Además, el 50% de las emprendedoras argentinas se encuentran entre los 30 y 50 años, y dentro de las industrias más elegidas por ellas se encuentran el comercio minorista, la gastronomía y la indumentaria, mientras que en el rubro de tecnología se encuentran cada vez más presentes.

En este sentido, Alegra Tienda -la plataforma de tienda online de Alegra- consigna que también el comercio electrónico es territorio femenino: el 63% de tiendas onlines creadas corresponden a emprendedoras mujeres y las ventas están un 76% por arriba de la lograda por tiendas masculinas.

De esta manera, la conclusión más “simplista” es que las mujeres son más emprendedoras y facturan más que los hombres en nuestro país. Pero, ¿a qué se debe?

La creadora de la plataforma "para aprender" sobre ahorro e inversiones FeminanzasSofía Irina Cueva, ratifica que el emprendedurismo en las mujeres es consecuencia de “la dificultad de acceso al mercado de trabajo formal”.

Por lo tanto, en este contexto, la tasa de informalidad femenina con respecto a la masculina es mayor. Uno de los factores que inciden en este hecho es que las mujeres son las principales encargadas de la crianza de los hijos.

“Según el INDEC, el 76% de las tareas domésticas son realizadas por mujeres. Esto implica llevar a las infancias al colegio, dejar de trabajar si se enferman, pasar muchas horas en la casa para no dejar a menores solos. Contratar una niñera es un lujo al que las familias pobres no pueden acceder”, consigna Cueva.

Otra de las razones para emprender, según la creadora de Feminanzas, es la -ya mencionada- brecha salarial, que se amplía más para las trabajadoras informales.

Son emprendimientos precarios, realizados con pocos recursos y mucho trabajo, como vender comida o arreglar ropa. La mayoría de las veces son menos redituables que un trabajo formal. A esto se le suma la desprotección: no cuentan con aportes jubilatorios, vacaciones, días pagos por enfermedad ni obra social”, afirma Cueva.

Y remarca: “No es algo para festejar, porque la realidad es que para la mayoría de las mujeres emprender no es una elección”.

Políticas públicas para reducir la brecha de género

Según Cueva, políticas como la AUH (que ayuda a las niñeces y, por lo tanto, a quienes las cuidan) y el IFE contribuyeron a reducir la brecha de género, ya que el 66,1% de las personas más pobres del país son mujeres, con lo cual “cualquier medida que ayude a ese sector va a contribuir en esta disminución”, señala.

“Sin embargo, con la pandemia y las sucesivas crisis cambiarias que afectaron el poder adquisitivo de la gente, aumentó la pobreza. Al ser la mayoría de las personas pobres mujeres, cuando aumenta la pobreza aumenta la brecha de género”, explica.

¿Qué solución puede brindar el Estado?

“Un posible abordaje a esta problemática, por el cual las feministas militamos, es que existan más guarderías públicas, para que las mujeres con hijxs tengan las mismas oportunidades laborales”, expresa Sofía.

“Es importante recordar que, al ser las mujeres quienes cuidan a las niñeces en la mayoría de los casos, la pobreza femenina causa también pobreza infantil: mientras que el 40.9% de las personas son pobres, el 57% de los niños, niñas y adolescentes son pobres”, agrega.

En este sentido, "toda política pública que ayude a las mujeres pobres va a ayudar a reducir la pobreza infantil”, concluye.