El superávit comercial alcanzó a 6923 millones de dólares en 2022, casi la mitad del resultado del año previo. Las exportaciones aumentaron en la comparación interanual debido al efecto precio, ya que retrocedieron levemente medidas en volúmenes. Las importaciones crecieron más que las exportaciones, empujadas por los precios y las cantidades. Las exportaciones totalizaron 88.446 millones (+13,5%) y las importaciones, 81.529 millones de dólares (+29%).
En el mes de diciembre, en cambio, retrocedieron fuerte tanto las importaciones (5017 millones, -19,3%) como las exportaciones (6119 millones, -7,1%), con un saldo comercial favorable de 1102 millones de dólares.
La desaceleración propia de la actividad económica y los controles fortalecidos a partir de la gestión Massa se reflejaron en la evolución negativa de las importaciones de diciembre con respecto al año anterior. Sin el efecto positivo por la suba de precios, la caída registrada fue de 22 por ciento mes contra mes.
No se observaban contracciones de similar magnitud en las importaciones desde las crisis de 2018 y 2019 (la recesión del macrism) y desde el 2020 pandémico. Los Bienes intermedios fueron determinantes para explicar la merma de las compras al exterior, y en segundo lugar en relevancia se encuentran los Bienes de capital y Combustibles y lubricantes.
Varias empresas, inclusive las que participan en los acuerdos de precios, vienen manifestando quejas por las demoras en la aprobación de los permisos para importar. En cuanto a los precios de las importaciones sobresalió, al igual que en el resto de los meses del año, el alza en los combustibles (37,5 por ciento).
Retrocesos en diciembre
Las exportaciones retrocedieron 7,1 por ciento versus diciembre de 2021, profundizando así la tendencia a desacelerar el crecimiento desde la segunda mitad del año. Medidas en cantidades, cayeron 13,1 por ciento interanual, empujadas principalmente por menores ventas de productos primarios (cereales) y manufacturas de origen industrial. El efecto precio fue positivo sobre las exportaciones, pero mucho menor al contabilizado en los primeros meses del año.
En conclusión, la reducción casi a la mitad del superávit comercial se debió en buena medida al aumento del precio y la demanda de combustibles, que agrandaron el desbalance energético (en los fríos segundo y tercer trimestres del año se perdieron 5000 millones de dólares aproximadamente por esta vía).
También aportó a ese resultado el progresivo deterioro de las exportaciones (ya sin el impulso de la suba de precios de la primera mitad del año) y, por último, la desaceleración de las importaciones, que empieza a detectarse con fuerza a partir de septiembre y cierra el año con signo contractivo.