A horas del veredicto del juicio por el crimen de Fernando Baez Sosa, todas las miradas apuntan a la decisión del tribunal de Dolores. ¿ Cuál fue la estrategia de los ocho rugbiers acusados por el homicidio para evitar una eventual condena a prisión perpetua, luego de que varios de ellos pidieran declarar en las últimas audiencias para despegarse del golpe que le provocó la muerte al joven de 18 años a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell?. Ahora la incógnita de la sentencia está en manos de la Justicia.
La estrategia del abogado de los ocho acusados, Hugo Tomei, fue un punto central de cara a la próxima etapa del juicio oral. El defensor buscó evitar a toda costa una condena a perpetua para todos los acusados, tal como reclama la familia de Fernando. De hecho, en plena reconstrucción del ataque a Báez Sosa, la gran incógnita fue durante mucho tiempo si alguno de los rugbiers declararía, pero también si se rompería o no el "pacto de silencio" que imperó desde el crimen.
Al comienzo del juicio, la Fiscalía, a cargo de Juan Manuel Dávila y Gustavo García, pidió para Máximo Pablo Thomsen; Ciro Pertossi; Enzo Comelli; Matías Franco Benicelli; Blas Cinalli; Ayrton Michael Viollaz; Lucas Fidel Pertossi y Luciano Pertossi la reclusión perpetua, que es de 35 años.
Juicio por el crimen de Báez Sosa: la estrategia de los rugbiers
Quiénes declararon y qué dijeron
Imputados por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” y por “lesiones leves”, los rugbiers transcurrieron casi todo el tramo del juicio en un rotundo silencio.
Sin embargo, en las últimas jornadas algunos de los ocho imputados pidieron declarar y aportaron su visión de lo ocurrido, sin dar precisiones. Esto permitió ver algunos hilos de por dónde corre la estrategia de la defensa, que en la instancia de alegatos quedará más a la vista.
Luciano Pertossi. Fue el primero en declarar. Se limitó a decir, ante un croquis expuesto por los peritos, que él no era la persona que ellos señalaban. No respondió preguntas.
Máximo Thomsen. Uno de los acusados con la situación más complicada. Fue el segundo en declarar. No negó la golpiza, pero dijo que nunca planeó matar a nadie y que actuó en defensa de sus amigos. Esta declaración buscó instalar la idea de que fue una pelea.
Lucas Pertossi. El tercero de los acusados que declaró. “Yo en ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa”, dijo ante el tribunal.
Blas Cinalli. Otro de los detenidos que está más complicado. El último de los ocho rugbiers que declaró. También aseguró que no tenía intención de matar a Fernando. Explicó los mensajes que mandó después del crimen, que forman parte de las pruebas, y desmintió la existencia de un pacto de silencio.
Otros puntos centrales de la defensa en el juicio
El pedido de nulidad. En el inicio del juicio, la defensa solicitó la nulidad del bajo el argumento de que no se había respetado el debido proceso durante la instrucción de la causa y la posterior calificación.
Un RCP mal hecho. Con la declaración de Virginia Pérez Antonelli, la joven que asistió con maniobras de reanimación cardiopulmonar a Fernando cuando salió a la calle y vio la pelea, la defensa intentó plantear el debate por un RCP mal hecho que derivó en la muerte del joven.
La autopsia. Los dos peritos citados por la defensa de los rugbiers cuestionaron las "inconsistencias" en la autopsia e insistieron en que las maniobras de RCP "agravaron la situación".
Qué buscó la defensa de los rugbiers, según los expertos
Fabián Améndola: “Están dando manotazos de ahogado constantemente”
Fabián Améndola es abogado penalista y querellante del caso de Fernando Báez Sosa. Para él, la defensa de los rugbiers a cargo de Tomei “dió manotazos de ahogados constantemente”. Por AM750 explicó lo que entiende que son los puntos centrales de la estrategia de los acusados:
“Vimos que la defensa fue por el lado de intentar algún tipo de nulidad. Planteó todo lo que se puede imaginar y va a seguir planteando. Hasta ahora siempre tuvieron el mismo resultado y la justicia encontró que los procedimientos fueron bien realizados”.
“Lo que vimos es una modificación en el curso de la defensa. Se han prestado a declarar algunos de los imputados. Declaraciones que no condicen con las pruebas. Intentan justificar lo injustificable. Inventan situaciones. Y se niegan a contestar preguntas. No tiene demasiado valor”.
“Sus estrategias fueron varias varias: la primera , demostrar que fue un delito preterintencional, que intentaron lesionarlo, pero no matarlo. La segunda, pretender decir que fue una riña, que no se sabe quién lo mató”. El dato no es menor, si se tiene en cuenta que el Código Penal prevé una pena de dos a seis años de cárcel para el delito, que implica un homicidio en el que intervienen más de dos personas pero no se puede precisar quién provocó la muerte.
Los abogados de la familia Báez Sosa querella señalaron un punto central: “Está acreditado que actuaron los ocho de forma conjunta y coordinada. Los ocho quisieron cometer un homicidio y lo hicieron. Actuaron de forma premeditada, seis de ellos ejercieron violencia. Los otros dos evitaron que los amigos pudieran brindar auxilio”
“Tenemos dos situaciones para valorar. Si hubo coautoría funcional, tiene que ir con la misma pena. Si no se toma esto de la coautoría funcional, tendríamos que remitirnos quienes son autores y partícipes y en qué grado han participado”, añadió Améndola al respecto.
Miguel Ángel Pierri: “Si la causa termina con cinco perpetuas, el defensor tuvo un triunfo”
Consultado por Página/12, el abogado penalista Miguel Ángel Pierri analizó la estrategia de Hugo Tomei, con la que marcó algunas discrepancias, y aseguró que “si esta causa termina con cinco condenas a prisión perpetua y tres condenas no perpetuas, el defensor tuvo un triunfo de punta a punta”.
Para el especialista, los elementos centrales de la defensa tienen que ver con desmontar los principales agravantes en las acusaciones que alegan desde la Fiscalía, que son:
Coautoría funcional. Para los fiscales, en el crimen hubo una “coautoría funcional”, esto es -- dice Pierri -- la idea de que “todos los actores hacen un aporte sustancial para que se cometa la acción”. De comprobarse, conlleva la pena máxima para todos los acusados.
Premeditación. Pierri señala además el agravante de la “premeditación”, que significa que hubo un plan que se llevó a cabo para matar a Fernando. En este aspecto, los videos que se conocieron durante el juicio es clave para entender cómo actuaron los acusados.
Alevosía. Finalmente, el especialista señala el tercer agravante que la defensa busca desmontar, la “alevosía”, es decir, la idea de que “mataron sobre seguro, sin que el otro se pueda defender”.
En este contexto, Pierri explicó que la estrategia de Tomei busca desmontar cada uno de estos agravantes y llevar la causa a un “homicidio en riña” (4 a 12 años de prisión) o “preterintencional” (3 a 6 años de prisión). Sin embargo, para lograr esto, aseguró que la defensa debió sortear una dificultad.
“Tomei los hace declarar, pero no responder preguntas. Y cuando uno va a declarar debe responder preguntas. No dejar dudas. El tema está en que si declaran podrían emerger intereses contradictorios, lo que obliga a tener otro defensor”, señaló.
Hugo López Carribero: “En los alegatos, el mayor desafío lo tiene el abogado defensor”
Por su lado, el abogado penalista Hugo López Carribero explicó a Página/12 los puntos centrales de la estrategia de Tomei y aseguró que será el que tenga el “mayor desafío” en la etapa de alegatos.
“La estrategia principal es hacerle ver al tribunal que hubo un homicidio en riña, que se da cuando varias personas atacan otra a los golpes, la matan, pero no se puede determinar quién dio el golpe mortal. Por eso las críticas a la autopsia”.
“El homicidio en riña tiene una subsidiaria, que es el homicidio simple. Por eso buscan demostrar que no hubo alevosía ni estuvo presente el concurso premeditado, si no que fue un asesinato, pero sin el agravante”.
“Los abogados penalistas siempre sostenemos que las declaraciones de los imputados tiene que tener dos características: que los beneficie y que sean creíbles. Creo que las declaraciones que hicieron no cumplen con ninguno de los requisitos”.
Después de este análisis, Carribero explicó que el juicio fue “un tema muy opinado”. “Puede ser que se logre un homicidio en riña, aunque tiene muy pocas posibilidades. Un homicidio con dolo, también, eso tiene un poco más de probabilidad. Las mismas que un homicidio calificado”, finalizó.