La fría efeméride marca que el poeta Hamlet Lima Quintana nació el 15 de septiembre de 1923 y que, si el almanaque no falla, ese día del año que corre hoy, cumpliría 100 años. Sí, 100. Ahora bien, para que la efeméride no quede en eso, en el gélido mármol, hay que templarla, calentarla. Eso es lo que viene a cumplir un puñado de guardianas y guardianes de las músicas de raíz, durante la nueva edición del Festival de Cosquín, a través de dos homenajes. Uno que se llevará a cabo -espectáculo integral mediante- durante la segunda luna en la plaza Próspero Molina. Y otro, en el Microcine Adalberto Nogués (Tucumán 1031), poco antes que tal luna muestre sus primeras luces.

“Hablar de Hamlet es una de las cosas que más me conmueve, porque tuve la inmensa suerte de conocerlo cuando era muy chica”, sostiene Marian Farías Gómez, que será a la sazón una de la artistas que cantará presente en el homenaje del escenario Atahualpa Yupanqui, junto a Enrique Llopis, Casiana Torres, Carlos Bergesio, Julio Lacarra, Mónica Abraham, Jorge Giuliano, Leo Bernstein, Martín Castro, Felipe Lima y Martín Lima. “Hamlet fue una persona con la que pude compartir muchas cosas desde chica, él compuso 'La amanecida' junto a Mario Arnedo Gallo en mi casa. Lo tengo muy presente: fue una madrugada y Hamlet, que cantaba muy bien, la cantó”, es el recuerdo previo de la cantora, que también compartiría con el rapsoda nacido en Morón el espectáculo “Para no morir”, con Víctor Heredia y Cacho Tirao. “Hice tantas cosas con Hamlet en la Argentina y en España, que podría estar hablando horas, pero lo importante de este homenaje es que no debemos olvidar a nuestros poetas, porque fueron ellos los que abrieron las puertas para que nuestras canciones sean tan inmensas”.

Otra de las partícipes del tributo que además de los consabidos recitales gozará de proyección de audiovisuales y danza, es la cantora fueguina Casiana Torres, que pondrá su voz al servicio de “La cuatrereada”, una letra de Lima Quintana con letra de Eduardo Andrade. “Estar en este homenaje es una gran responsabilidad, porque creo que Hamlet es una bisagra en el cancionero popular. Además, me siento identificada con su poesía, con su profundidad al decir lo nuestro de una manera exquisita y comprometida. Como cantora, siento que estoy haciendo un aporte a las nuevas generaciones… no podemos privar a la juventud de esta maravilla”, se enciende Casiana, que cantará acompañada por el cuyano Martín Castro en guitarra.

Entre las patas masculinas del recordatorio, en tanto, se destacan las participaciones de “Quique” Llopis y Julio Lacarra, dos personajes de la cultura nacional y popular que compartieron fragmentos importantes de su vida con Hamlet. En el caso del compositor rosarino, la yunta artística duró dos décadas y media. “Hamlet fue el primer artista conocido que me dio una mano en Buenos Aires, porque no solo era un escritor inspirado sino que era un hombre modesto que escuchaba a los demás y prestaba ayuda, sobre todo a los jóvenes que intentábamos abrirnos el paso en la música”, recuerda Llopis, que llegó a compartir con el homenajeado el espectáculo “Simple y popular” -con Raúl Carnota en guitarra-, y a componer junto a él “El antiguo” y “Canción para Carlos Alonso”. “Este justo homenaje que se le va a realizar a Hamlet en Cosquín nos permite a un grupo de artistas poder decirle gracias, porque él siempre fue un hombre de mano tendida”. “Sí, y además era un tipo que no se guardaba nada”, suma Lacarra, que conoció al vate criollo a fines de la década del '60, con el Nuevo Cancionero en pleno apogeo. “Cada obra, poesía o cuento suyo era compartido por nosotros con un entusiasmo deslumbrante, porque ahondaban en lo profundo, en la defensa del débil y sus derechos”, evoca el cantor de Capitán Sarmiento.

Felipe y Martín Lima aportarán por su lado la cuota de sangre -de la roja y de la artística- al tributo. El primero, en su carácter de hijo, músico y realizador audiovisual. “Para nosotros, este homenaje es una fiesta familiar, porque es a papá y lo compartimos con todo el mundo”, destaca Felipe, encargado esta vez de proyectar las imágenes de su padre que se verán en la pantalla gigante del Atahualpa, y de recitar algunos poemas de Hamlet. “En vida, mi padre laburaba mucho juntándose con artistas jóvenes, hacía como una extensión de lo generacional, por eso la importancia de homenajes y de la difusión de su obra”.

El segundo Lima (Martín) será parte en carácter de nieto y bandoneonista. “Mi abuelo siempre fue una referencia para mí. Su sabiduría me dio una estructura y un faro para poder seguir este difícil camino de hacer arte y de vivir de él. Por eso, esta oportunidad de homenajearlo en Cosquín es para mí es una emoción, un sueño… Todavía no me cae la ficha, porque mueve fibras muy profundas en mí”.

Martín será además el encargado de cerrar musicalmente –junto a Miguel Ángel Toledo- la primera parte del homenaje al hacedor de “Zamba para no morir”, que se llevará a cabo el mismo domingo a las 17 horas en el citado microcine del Centro de Convenciones. Allí, además del cierre musical, se proyectará la película Halmet y esa gente necesaria, del cineasta Jorge Denti, y se dará la charla “60 años del Nuevo Cancionero, de sus gestación a la actualidad: inspiración y legado”, a cargo del periodista Sergio Arboleya.