Un albañil de 36 años descuartizó a su esposa de 29 y repartió las extremidades por un campo cerca de la Ruta 24. Horas más tarde, para intentar encubrir el crimen se presentó en la comisaría y denunció que la madre de sus hijos había sido secuestrada y que lo estaban extorsionando para que pague un rescate. A través de Twitter, Alberto Fernández manifestó sobre el caso: "La violencia machista hiere a toda nuestra sociedad. Estamos comprometidos con la búsqueda de la igualdad y vamos a redoblar nuestros esfuerzos para que no haya más Nildas a las que lloremos como hoy". En tanto que la ministra de Mujeres tuiteó: "No aparecemos muertas, ¡nos matan! El femicidio de Nilda hoy nos llena de rabia y nos moviliza. Abrazo con todas mis fuerzas a su familia y a toda la comunidad de Moreno. No es una noticia más, porque la violencia machista no es un hecho aislado".
Tras la confesión, bomberos y policías de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno-General Rodríguez allanaron la casa de la calle Azteca al 200, de la localidad de Francisco Álvarez, donde vivía la pareja junto a sus cinco hijos. "Vivían felices, los dos eran felices, se querían mucho, abrazaditos todo el tiempo”, afirmó el padre del femicida a la prensa.
La investigación comenzó el viernes a la mañana cuando el ahora detenido, identificado como Juan Darío Sanabria Báez, se dirigió a la DDI para denunciar que su esposa, llamada Nilda Rosa González (29), había sido secuestrada tras ir al médico en Morón. Según sus dichos, los captores le enviaron mensajes de WhatsApp desde el celular de la mujer en los que le exigieron la entrega de 100.000 dólares para liberarla, caso contrario la iban a matar y vender sus órganos.
Ante esa denuncia, los investigadores de la Justicia federal de Morón analizaron los teléfonos y determinaron que la última ubicación de ambos aparatos fue por la ruta 24, por lo que la pareja estaría junta en ese momento. Fuentes judiciales y policiales le informaron a Télam que el hombre cobraba un sueldo mínimo por una obra y que era propietario de un Renault 19 que no funcionaba. Esos datos les llamaron la atención a los pesquisas, quienes continuaron profundizando las tareas sobre el presunto secuestro.
Sanabria Báez, el femicida, se quebró y le contó a la policía que asesinó a González, descuartizó el cuerpo y arrojó algunas partes en un campo cerca de la Ruta 24.
El acusado relató que el jueves por la noche estaba en su casa junto a su esposa y sus hijos terminando de cenar para luego irse a dormir pero empezaron a discutir por una presunta infidelidad. La discusión continuó hasta entrada la madrugada cuando, según dijo Sanabria Báez, tomó un cuchillo y la mató de varias puñaladas y luego la descuartizó.
"La chica andaba con otra persona, yo hablé con ellos, les dije hay que comportarse en la vida y seguir adelante. Él salió a trabajar y se olvidó la SUBE, volvió y la encontró en la cama con otro", contó Juan, padre del albañil, al canal C5N. Los pesquisas esperaban este sábado la declaración de Sanabria Báez ante la representante del Ministerio Público, ya que la versión que dio ante la policía no tiene validez judicial.
Personal de la DDI realizó un rastrillaje por la zona hasta que halló el torso, la cabeza y la pelvis dentro de una mochila, en el predio ubicado en la avenida San Fernando del barrio El Quijote de Cuartel V, entre el límite de Moreno y José C. Paz. En tanto, la justicia federal remitió la causa a la fiscal Luisa Pontecorvo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial de Moreno - General Rodríguez.
La funcionaria dispuso un allanamiento de urgencia en la casa de la pareja, donde la policía encontró manchas de sangre y este sábado continuaban las tareas en busca de las extremidades en el pozo ciego. Además, los efectivos secuestraron varios cuchillos que podrían haber sido utilizados para cometer el crimen.
La fiscal Pontecorvo indagará este domingo al sospechoso por el delito de "homicidio agravado por el vínculo y femicidio", que prevé prisión perpetua. "Mi hijo es un tipo bueno, no sé qué se le metió en la cabeza para hacer esto", afirmó el padre del acusado. Y añadió: "Me quedé muy mal porque a ella la trataba como mi hija, todas las noches charlábamos, nunca vi cosas anormales entre los dos".
Los bomberos voluntarios y especialistas de la Policía Científica estuvieron desde el viernes a la tarde hasta esta madrugada del sábado en el lugar, mientras que los investigadores de la DDI de Moreno y General Rodríguez con funcionarios de las secretarías municipales de la Mujer y de Seguridad, trabajaron en la casa de la víctima para la contención de los hijos y la familia.