Un mal momento pasaron los funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal durante la apertura de una comisaría de la mujer en José C. Paz, el distrito que comanda Mario Ishii. Lo que parecía un simple acto administrativo y de gestión devino en una manifestación política en contra de Cambiemos. Para sorpresa de propios y extraños, no fueron simpatizantes del intendente los que protestaron sino seguidores del frente Unidad Ciudadana que lidera Cristina Kirchner.
De hecho, Ishii no participó del acto. Hablaron funcionarios del municipio en su nombre pero el mal trago lo pasaron los enviados de Vidal: el Subsecretario de Seguridad bonaerense, Matias Ranzini; el Ministro de Desarrollo Social, Santiago López Medrano; y el Subsecretario de Políticas Sociales, Ezequiel Pazos. Manzini subió al escenario y debió afrontar su discurso en medio del descontento de la gente.
“Caradura” y “Vendepatria” fueron algunos de los calificativos que ligó el funcionario en su alocución de casi dos minutos. La gente también coreó “Vamos a volver”. Los gestos de incomodidad del resto de los funcionarios macristas fueron ostensibles. Los esfuerzos de una locutora por pedir silencio no fueron exitosos.
El proyecto de la Comisaría de la Mujer se dilató durante más de un año. Había sido una promesa del intendente, quien consiguió que la Provincia aporte diez patrulleros y diez motos y cuya entrega estaba demorada desde hacía varios meses.