Buenos Aires, 1962. La vida de Jorge Rizzi (Martín Piroyansky), un tímido empleado corporativo, da un giro cuando participa de una sesión de hipnosis que lo libera de sus inhibiciones. Esta experiencia saca a la luz a su álter ego desenfrenado y seductor: el Doctor Tangalanga. Al principio, usa sus nuevos poderes para animar a Sixto (Alan Sabbagh), un amigo convaleciente, y conquistar por teléfono a Clara (Julieta Zylberberg), la recepcionista del sanatorio en el que está internado. Pero las cosas no tardan en salirse de control.
Esto es "El método Tangalanga", la película dirigida por Mateo Bendesky que explora, en forma de ficción, el origen del famoso humorista argentino mítico por sus bromas telefónicas.
En diálogo con AM750, el realizador afirmó que lo que está pasando con la película "es un sueño". "Es hermosísimo lo que viene pasando, la reacción de la gente es buenísima, tenemos muy buenos comentarios. La reacción del público es muy amorosa", dijo.
En cuanto al film, Bendesky contó que si bien a la película "la soñaron otros", cuando se la ofrecieron, en el proceso, "se fue convirtiendo en un sueño suyo".
"El proyecto me llega a través del productor Diego Dubcovsky, que ya venía hace años queriendo hacer una película sobre Tangalanga, y me invita a sumarme como director. A partir de ahí comienza un proceso junto al coguionista Nicolás Schujman, una reescritura en la que le agregamos toda la parte de ficción. Ese fue el proceso donde la hice mía", recordó.
Su contacto con Tangalanga
El director, de 33 años, no es de la época en la que explotaron los audios de las bromas telefónicas del Dr. Tangalanga a través de los cassettes, con lo cual su primer contacto con el humorista fue otro: "Yo consumía a Tangalanga de adolescente a principios de los 2000 por el MP3 porque no llegue a los casettes, y me moría de la risa. Tangalanga es un personaje que atraviesa generaciones", sostuvo.
Y agrega: "A mí me gusta mucho la pata más absurda que tenía, un tipo profundamente ingenioso que tenía una forma de desconcertar al interlocutor que era muy única. Además era un gran puteador y eso es muy divertido".
"Él tenía esto medio de justiciero, de llamar al chantún, al estafador, entonces eso es como que lo reivindica un poco", remarcó.
Por último, señaló que la película, además de ser una comedia, es muy emotiva. "Así como es una película romántica, también es una sobre la amistad", aseguró.
"La película está hecha con mucho amor y con mucho amor a los personajes, y creo que eso atraviesa la pantalla", concluyó.