El jueves pasado, el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria entre el ejecutivo y los trabajadores de la Municipalidad de Pinamar. La medida, afirman fuentes del sindicato, podría extenderse hasta una tercera semana. Pero si pasado ese período no obtienen respuesta favorable, intensificarán el plan de lucha. Pasarán de los paros parciales y rotativos a la movilización, algo que incomoda al intendente Martín Yeza.
En el distrito costero de Pinamar, los trabajadores municipales llevan ya diez días de conflicto por reclamos de mejoras en las condiciones de trabajo, que incluyen sillas ergonómicas para los controladores del centro de monitoreo de cámaras de seguridad y ropa de trabajo para el personal de servicios urbanos, que trabaja en la calle.
Cuando acabe la conciliación obligatoria, el listado de temas a resolver se habrá extendido. “Tenemos que abrir las paritarias de este año y todavía no cerramos las anteriores, tenemos 40 compañeros en condiciones de pasar a planta permanente y tenemos que rediscutir el convenio colectivo de trabajo”, sostiene el secretario general del sindicato, Enrique Giménez.
Mientras todo esto ocurre, y en plena temporada estival, Yeza se tomó una licencia y partió de viaje a la India, invitado a participar a un programa de jóvenes líderes, según el mismo anunció en sus redes sociales.
Yeza lleva dos períodos al frente del municipio y ya anunció que no irá por un tercero. Es uno de los principales aliados de Cristian Ritondo en su campaña por la gobernación y no oculta sus ambiciones de seguir su carrera política en La Plata. Se mueve como candidato a legislador, por eso los cursos de democracia y liderazgo y por eso también la necesidad de acotar la visibilidad del conflicto sindical.