El ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil Alexandre de Moraes ordenó este lunes, a pedido de la Procuraduría General de la República (PGR), la apertura de seis nuevos sumarios para investigar la conducta de los manifestantes bolsonaristas que el 8 de enero irrumpieron en la sede de los tres poderes constitucionales en Brasilia. A medida que avanza la investigación por el intento de golpe, el gobierno de Lula da Silva destituyó a otros cinco militares del Palacio de Planalto. Cuatro de ellos trabajaban en la vicepresidencia y otro en el despacho personal de la presidencia.
Apertura de nuevos sumarios
De Moraes ordenó la apertura de seis nuevos sumarios para investigar la conducta de los golpistas implicados en los actos de terrorismo, pero que distinguen a los futuros investigados según su tipo de participación: financiadores, ejecutores y autores intelectuales. Otros tres sumarios investigarán la participación de diputados federales incitando los hechos: se trata de André Fernandes, Clarissa Tércio y Silvia Waiãpi.
En todos los casos se mencionan los delitos de terrorismo; asociación delictiva; abolición violenta del Estado democrático de derecho; golpe de Estado; amenaza; persecución e incitación al crimen.
El pasado 13 de enero, el ministro Alexandre de Moraes ya había determinado la apertura de una investigación sobre el caso, enfocada en la conducta de autoridades como el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha --ahora destituido-- y el entonces secretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, ya despedido y detenido.
En los pedidos enviados al STF y aceptados por Alexandre de Moraes, la PGR defiende la división de la investigación en cuatro indagatorias específicas. La Procuraduría describe en el documento algunas de las conductas que serán investigadas en cada indagatoria: tiene en cuenta la detención de más de mil personas que estaban en el lugar de los hechos y señala que, "si bien el número es representativo", es fundamental que se identifique a los implicados que no fueron sorprendidos en el hecho.
El rol de la seguridad presidencial
"La correcta interpretación de las imágenes, para la identificación civil de los perpetradores, será facilitada por la información recopilada por la sociedad civil brasileña que, en su mayoría, desaprobó con vehemencia los crímenes cometidos el 8 de enero de 2023", agrega la PGR, que afirma que los autores materiales involucrados en los hechos vandálicos, habrían bajado a la Explanada "con omisión de la policía del Distrito Federal".
En este punto la Fiscalía cita varias conductas de autoridades del gobierno del Distrito Federal que señalan el delito de omisión indebida, cuando una autoridad, al no actuar, es responsable de un resultado negativo. "Pese a ser consciente del riesgo inminente y tener el deber de adoptar medidas para evitar los hechos del día 8", el gobernador Ibaneis Rocha facilitó manifestaciones en la Explanada de los Ministerios el día antes de los hechos.
Lula exonera a otros cinco militares
La decisión del gobierno brasileño de destituir a otros cinco militares, publicada en el Boletín Oficial, amplía la secuencia de exoneraciones que se intensificó tras el acto golpista. De los relevados, un teniente era asesor técnico militar de la oficina personal del presidente, informó el diario Folha de Sao Paulo. Los otros cuatro ocuparon las oficinas de la vicepresidencia de la República: tres de ellos trabajaban con el asesor militar de la oficina del vicepresidente y otro en el departamento de administración y finanzas.
Esto se produce luego de que la semana pasada, 84 militares fueran destituidos de sus cargos en el Planalto, 38 de ellos del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), responsable de la seguridad del Palacio del Planalto y de la Presidencia. Los demás trabajaban en la parte administrativa o en el departamento de residencia oficial, que se ocupa del Palacio de la Alvorada, no vinculado al ministerio.
El equipo de Lula desconfiaba de los militares que trabajaron en el gabinete de transición, cuando se decidió que la seguridad personal del presidente ya no sería responsabilidad de la GSI sino de la Policía Federal. La presión sobre el ministro de Defensa, José Múcio Monteiro, aumentó debido a las sospechas de que las Fuerzas Armadas no actuaron para impedir el vandalismo en el palacio y fueron indulgentes con los golpistas acampados frente al cuartel general.
"Las FFAA deben aprender a convivir"
"Las Fuerzas Armadas no existen para servir a un político, existen para garantizar la soberanía de nuestro país. Está muy bien escrito en la Constitución", aseguró este lunes el presidente Lula en una rueda de prensa conjunta con su par argentino, Alberto Fernández, en su visita a Buenos Aires. El sábado Lula destituyó al comandante del Ejército, el general Julio Cesar de Arruda, en medio de una abierta crisis de confianza con las Fuerzas Armadas.
El jefe de Estado eligió como sustituto al general Tomás Paiva, quien defendió de forma enérgica la democracia y el resultado de las elecciones presidenciales de octubre en las que salió vencedor Lula sobre un Bolsonaro que sigue sin reconocer su derrota. "Elegí un comandante del Ejército que no funcionó y tuve que elegir a otro. Tuve una buena charla con él (Paiva) y él piensa exactamente lo mismo que yo he dicho sobre las Fuerzas Armadas", dijo Lula desde la Casa Rosada.
Paiva se desempeñaba como comandante militar del Sudeste, responsable de San Pablo. En 2019 había asumido el grado de General del Ejército, el más alto de su carrera militar. Nacido en la ciudad de San Pablo, inició su carrera militar en 1975, cuando ingresó en la Escuela Preparatoria de Cadetes del Ejército, en Campinas.
Sirvió en una misión del Ejército en Haití como Comandante Adjunto del Batallón de Infantería de la Fuerza de Paz y fue Comandante de la Fuerza de Pacificación de la Operación Arcanjo VI, en Río de Janeiro, en 2012. También ha comandado el Batallón de la Guardia Presidencial, en Brasilia, fue asistente del presidente Fernando Henrique Cardoso y Consejero Militar de Brasil con el Ejército de Ecuador.
Durante su intervención de este lunes en la Casa Rosada, Lula ratificó su confianza en "recomponer las cosas" en el seno de las Fuerzas Armadas de Brasil, que "pertenecen al Estado brasileño" y que, por lo tanto, "deben aprender a convivir democráticamente". Lula arribó este domingo a Buenos Aires para efectuar su primera visita al exterior desde que asumió su tercera presidencia y asistir a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).