La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, arribó ayer por la tarde a la casa de Mauricio Macri en Cumelén. Los dos dirigentes comenzaban dos días que se mezclarán entre una visita social (Bullrich se quedará con su marido a dormir en lo de Macri) y una cumbre política de cara a las candidatura de 2023. Macri había tenido previamente un encuentro con Horacio Rodríguez Larreta que fue más en horarios de oficina: se juntaron dos horas para hablar de política. Es cierto que luego tuvieron una cena con sus parejas, pero nada alcanza el nivel de confianza e intimidad que transmite la estadía de Bullrich en lo de Macri. El expresidente posterga una definición sobre su propia candidatura y Larreta también busca estirar los tiempos hasta hacer su lanzamiento formal como candidato, aunque en su caso nadie tiene dudas de que lo será.
El encuentro entre Macri y Larreta fue en el último día de 2022. El de Bullrich estaba previsto para estas fechas, pero lo que no se sabía era que la dirigente se iba a quedar en la casa de Macri y dormir bajo el mismo techo con su marido Guillermo Yanco. La invitación la formuló el ex presidente y la sorprendió a la ex ministra de Seguridad porque ellos no tienen una relación muy familiera, si bien hasta 2021 funcionaban con una estrecha sintonía política (desde allí, ella se comenzó a autonomizar). Pero aceptó y el lunes arribó al exclusivo country Cumelén con su marido, dispuesta a pasar dos días en la vida que serán una mezcla entre encuentro social y cumbre política.
Del encuentro entre Macri y Larreta, de lo que hablaron realmente, se llegó a conocer poco y nada. Sus protagonistas eligieron no circular detalles. Habrá que ver en qué medida ocurre lo mismo con el encuentro con Bullrich. Es improbable que Macri le anuncie su apoyo a su candidatura presidencial, tampoco parece ser este el momento en el que el ex presidente le confiese que él va a ser el candidato y que ella se tiene que bajar o acompañarlo en una fórmula, pero nada es imposible.
"Mientras ellos comen chocolate, seguro el Pelado los espía desde detrás de una alerce", bromeaban en el entorno de la presidenta del PRO. Lo cierto es que Larreta tiene decidido presentarse caiga quien caiga, pero no deja de prestar un oido a lo que ocurra con la dupla Macri-Bullrich. Con ella sabe que no va a poder negociar. Con él, todavía intenta llegar a algún tipo de acuerdo: si no se presenta, que sea neutral en la interna. MIentras tanto, Macri se divierte con el suspenso y desliza frases en las charlas motivacionales que les da a los dirigentes del PRO en las que elogia las virtudes de la competencia.
Lo cierto es que Larreta ya es hace tiempo candidato a presidente, pero no hizo su lanzamiento oficial. Lo hará más hacia el final del verano (o incluso más tarde), porque quiere medir y observar qué harán sus adversarios internos. Mientras tanto, se multiplican las fotos de Larreta rodeado de cada vez más dirigentes del PRO (con lo que busca transmitir que es el candidato con más banca) y las reuniones y más fotos con Elisa Carrió, con los radicales. Larreta busca dejarla a Bullrich casi sin apoyos. Claro que una jugada de Macri podría tirarle al piso todas las fichas de ajedrez que viene moviendo.
La semana pasada, Bullrich y el larretismo tuvieron un encontronazo en el Zoom de la mesa nacional del PRO: fue por el intento del larretista Omar de Marchi de enfrentar a los radicales en Mendoza y romper el frente provincial de Juntos por el Cambio. Bullrich se cruzó en muy malos términos con De Marchi y hasta lo amenazó con intervenirle el partido. Larreta no dijo nada.
No es la única provincia en la que la alianza opositora tiene problemas: también los hay en Córdoba, Neuquén, Chubut, Tucumán y Río Negro. Este miércoles habrá otro encuentro del que participarán los presidentes de los cuatro partidos: además de Bullrich, estarán Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Pichetto, por el peronismo. En ese encuentro, intentarán avanzar en resolver las diferencias distrito por distrito para que el frente Juntos por el Cambio esté unido en todo el país.