"Se cumplen 9 años y nada importante han hecho el Gobierno ni el poder judicial para evitar otra tragedia", inicia el escrito que publicaron los familiares de las 12 víctimas que el 23 de enero de 2014 murieron como consecuencia de un alud en la villa catamarqueña de El Rodeo.
En el camino fueron sobreseídos 11 de los 13 funcionarios acusados en su momento por la negligencia y la impericia y su incumplimiento de los deberes legales en la prevención.
"No se cumplieron aún con las recomendaciones dadas hace más de 20 años por el CFI y reiteradas por la UNCa, el Instituto Nacional del Agua, ni por el informe posterior a la tragedia todos estos informes pedidos por el Gobierno son un reconocimiento a su propia negligencia y falta de interés por salvaguardar la vida de quienes viven, veranean o simplemente visitan por un día la villa cómo fue el caso de la familia Álvarez que cuatro de sus integrantes murieron en la tragedia", expresaron.
"Por nuestra parte seguiremos haciendo todo lo posible para evitar otra tragedia y para que se haga justicia. Gracias por acompañarnos y apoyarnos, la unión hace la fuerza y solo la justicia nos dará la paz que todos necesitamos", concluye el documento.
El caso
En el expediente que hoy tiene más de 7000 fojas obran testimonios de los pobladores de la villa veraniega y también existen pericias oficiales y de parte.
Los familiares, basados en las pericias, siempre sostuvieron que los puentes de la Villa conocidos como El Mástil y el puente de Villafáñez fueron construidos sobre el cauce del río actuando aquella noche del 23 de enero como dique de contención y logrando que el barro piedras y el agua avance por el pueblo. En tanto también se supo que el balneario estaba mal emplazado y que los sistemas de alerta temprana no funcionaron impidiendo que la gente fuera evacuada.
El año pasado y luego de que se inhibieran dos jueces, las partes fueron notificadas de que la causa cayó en el Juzgado Correccional de Segunda Nominación. El debate que aún no tiene fecha fijada será solamente contra el intendente de la localidad Félix Casas Doering y el ex director de defensa civil Alfredo Saavedra.
El alud inició las 22.30 en la villa turística ubicada a 35 km de la capital provincial y dejó un saldo de 11 víctimas fatales y la desaparición de la joven santiagueña Ana Carolina Sal Castiglione.
La violencia del agua, el barro y las piedras de más de 3 m de diámetros cegó la vida de familias enteras. En los tres días posteriores a la tragedia se confirmaron los fallecimientos de Adrián libio Álvarez de 54 años, su esposa Graciela Contreras (51) y sus hijos Emiliano (21) y Darío Álvarez (13), arrasados por el agua dentro del Fiat Palio en el que se trasladaban.
También murieron las hermanas Agostina (5) y Dahiana Ahumada (7) María Luisa Castiglione (52) y Dora González de Castiglione (78); María Zulma Mendibe (39), su hija Candelaria Díaz Mendibe (5) y Romina Julieta Silva de Ahumada.
La crecida del río Ambato fue inesperada pero previsible.