Un terremoto de magnitud 6.5 en la escala de Richter azotó el domingo por la mañana al centro de Italia, a unos 130 kilómetros de Roma, y provocó hasta el momento alrededor de 20 heridos, aunque ninguno de gravedad. Fue el terremoto más fuerte desde 1980, según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología Italiano.
El sismo se registró a las 7.40 en las regiones de Umbría y Las Marcas, una zona de gran atracción turística. Los pueblos más afectados fueron Norcia, Castelsantangelo, Ussita, Nera, Preci y Visso. Hubo varios edificios históricos destruidos, entre ellos la basílica de San Benito, de gran valor histórico y arquitectónico. El alcalde de Ussita expresó: “Todo colapsó. Puedo ver columnas de humo, es un desastre. Estaba dormido y vi el infierno”.
El sismo produjo cortes de carreteras, desprendimiento de rocas y hasta algunos municipios quedaron aislados y están siendo monitoreados desde el aire mediante seis aeronaves. Además, quedó interrumpido el sistema eléctrico y como consecuencia de ello se suspendió el servicio de cinco líneas ferroviarias.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, se dirigió a los perjudicados por el terremoto y señaló que el Gobierno "reconstruirá todo". El lunes convocará a un Consejo de Ministros extraordinario para tomar las primeras medidas y dar respuesta a la población. "Nosotros reconstruiremos todo. Las casas, las iglesias y los comercios. Estamos hablando de territorios maravillosos", expresó Renzi en una conferencia de prensa en Roma.
El jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, informó que hay una veintena de heridos, la mayoría leves, y afirmó que por el momento no se han hallado muertos. Los medios internacionales señalaron que al menos nueve personas fueron rescatadas de entre los escombros y que la mayoría de las personas que estaban cerca de la plaza principal de Norcia, uno de los pueblos más afectos, en la provincia de Perugia, pudieron ser evacuadas a tiempo cuando empezaron los primeros temblores.
Durante toda la semana se sintieron pequeños sismos en la zona, sobre todo el miércoles pasado, cuando un terremoto alcanzó los 5.9 grados. Por eso, la mayoría de la población ya había sido evacuada e instalada en puntos alejados de la zona sísmica.
En agosto cerca de 300 personas fallecieron por un terremoto en la misma región, que destruyó pueblos enteros. Este sismo fue incluso más poderoso que el de hace dos meses, llegó a los 6.5 en la escala de Richter pero tuvo una profundidad de sólo 1.5 kilómetro.
Temas: EFE