Dimitió la vocera de la Cancillería chilena como consecuencia de la filtración de un audio de una reunión reservada que provocó un nuevo revuelo diplomático con el embajador argentino, Rafael Bielsa, como involuntario protagonista.
Luego de las ácidas críticas que la semana pasada propinó el embajador al gobierno de Gabriel Boric por paralizar la obra del Paso Aguas Muertas, la cancillería chilena reunió a su equipo para evaluar una respuesta. Esa es la conversación que se filtró. "Basta, este huevón, hace lo que quiere cuando tiene ganas y qué explicación es que está loco?", se oyó la queja de la canciller Antonia Urrejola, quien también critica a su par argentino a días de la cumbre de la Celac.
Consultado sobre el eventual conflicto diplomático provocado por la filtración, el presidente Alberto Fernández ayer salió a bajarle el tono, a defender su relación con el país trasandino e inscribir el suceso como el "mal uso de conversaciones que son privadas". "Chile tiene una gran canciller y un gran presidente, y tiene un Gobierno que nosotros queremos y respetamos mucho, con el que trabajamos muy bien", y además manifestó que "no le asigna ninguna relevancia" a la filtración del audio que mencionó como una "conversación reservada".