“Mary Anissa Jones, de 18 años, quien interpretó a Buffy en la serie de televisión Family Affair, fue encontrada muerta ayer en la casa de una amiga, dijo la oficina forense del condado de San Diego”. La noticia breve (The New York Times, agosto de 1976) decía que no habían determinado la causa de su muerte y que unos amigos la habían encontrado en el piso cerca de una cama. Entre la fama y la muerte estaba el olvido. Diseñada para la gloria por su madre que la llevaba a cuanto casting encontrara, Anissa apareció en una propaganda de cereales a los seis años y a los ocho se convirtió en Buffy, la sobrinita famosa de una serie de televisión. El deseo de su mamá se estaba cumpliendo, el de ella, no.

La serie, Family Affair (Mis adorados sobrinos), transformó a Anissa en una celebridad con muñeca incluida que por supuesto fue un éxito de ventas. En la serie Anissa hablaba con la muñeca y la muñeca le hablaba a ella, el resultado era un contrapunto de comentarios graciosos, intención ventrílocua que dice lo propio en boca ajena, y un excelente negocio para Mattel. Mrs. Beasley (el nombre de la muñeca) y una mini Buffy posaban en primera fila en las vidrieras de las jugueterías. 

Anissa, la nena que nació en West Lafayette (Indiana) quería jugar con otras muñecas y en privado, pero no tenía lugar ni tiempo, la habían convertido en una influencer de los años sesenta y setenta. Una película con Elvis Presley (Mis problemas con las mujeres, 1969) y continuas apariciones en vivo para promocionar la serie y su beneficioso merchandising: ropa, libros para pintar y muñecas de papel para vestir, se sumaban pegajosas a las infinitas horas de trabajo en el set. Si Anissa estaba resfriada, Buffy también, si se lastimaba una pierna, la venda la tenía puesta primero Buffy.

Después de cinco temporadas la serie se canceló y Anissa, que tenía 13 años, dejó de ser atractiva para la industria del espectáculo. Dicen que audicionó para ser Regan MacNeil pero nadie quería ver a la sobrinita graciosa protagonizando El exorcista. Mientras Anissa quedaba afuera de los planes del show su mamá y su papá se disputaban la tenencia. La ganó su papá, pero murió poco tiempo después. Anissa adolescente estuvo presa en la cárcel de menores acusada por robo y por ser “una fugitiva” según su madre, unos meses después volvió a pesar suyo a vivir con ella hasta que cobró un dinero por las repeticiones de la serie y se fue a vivir un tiempo con su hermano; muy cerca y detrás de escena llegó la noticia de su muerte por sobredosis. 

El informe forense listaba: “cocaína, PCP, seconal, quaaludes y una botella con líquido azul”. No hubo funeral y sus cenizas fueron esparcidas en el Océano Pacífico. Una demanda al médico que le recetó secobarbital y una disputa familiar por el dinero cerraron la historia pública de la nena famosa que ya nadie reconocía. Cuando Anissa era Buffy y su pelo lo sabía porque la peinaban como se peinaba el personaje desde que se levantaba de la cama, soportó entre otros abusos y desgracias un reportaje en The Dick Cavett Show (un programa de televisión famoso). 

Acorralada por las preguntas de su entrevistador Dick Cavett y del otro invitado estrella: Sammy Davis Jr, Anissa sobrevolaba las insistentes oscilaciones (¿cuánto sabían de su sufrimiento?) que los dos fabricaban para conseguir la respuesta que ellos querían, una tesis de ironías malintencionadas. Acercándose demasiado Sammy le dice que le va a dar la dirección de su casa para que ella le escriba cartas: es una escena de celos porque ella supuestamente ya le había escrito a otro músico (Harry Belafonte). Los dos hombres le preguntan a la nena famosa sobre el dinero que gana, si le gusta el actor que hace de su hermano en la serie y finalmente si cree en la liberación de la mujer, Alissa dice que no. Ellos insisten y ella dice que las mujeres no quieren quedarse en sus casas. Verla aburrida cumpliendo obediente el papel que escribieron para ella, es verla decir que la que quiere quedarse en su casa es ella.