Las mujeres trans en Escocia no podrán competir en la Liga femenina de rugby a partir del 1 de febrero próximo. La decisión fue tomada este martes por la Unión Escocesa de Rugby, que se suma otros países que implementaron la misma medida, como Inglaterra, Irlanda y Gales.
“Reconocemos plenamente que este es un problema social difícil y tristemente divisivo, y eso ha sido especialmente evidente en los últimos meses. Scottish Rugby ha sido consciente de esto y se propuso abordar el problema de manera sensible. La inclusión es la base de nuestro deporte", comienza el comunicado que publicó la máxima entidad del rugby escocés.
Hasta ahora, las mujeres trans podían participar de la competición de rugby femenino si se sometían a numerosas pruebas médicas, que incluían un examen de testosterona. Según aclaró la organización, la decisión se revisará al menos una vez al año.
Por otra parte, los varones transgénero continurán habilitados para jugar en la liga masculina de rugby, aunque también deberán someterse a "una evaluación de riesgos".
Tras el anuncio, la organización Internacional de Rugby Gay condenó el cambio en la política de género de la Unión Escocesa de Rugby en sus redes sociales. El comunicado sostiene: "Estamos shockeados y consternados al ver que Scottish Rugby se unió con otras entidades nacionales de las islas británicas para atacar el derecho de las personas trans a participar del rugby".
El presidente del órgano de gobierno del atletismo a nivel mundial World Athletics, Sebastián Coe, se refirió a este tema meses atrás, en medio de las opiniones divididas al respecto. El exatleta prometió que la decisión de mantener o prohibir la participación de personas transgénero en las ligas sería "guiada por la ciencia".
Los derechos de las personas trans están en una encrucijada en Europa por estos días. La semana pasada el gobierno británico vetó la ley escocesa que facilita el cambio de género para menores de 18 años mediante la eliminación del requisito de un diagnóstico médico. La iniciativa escocesa apunta a despatologizar el procedimiento con un enfoque de derechos humanos.