Tras ocho meses de la sanción en el Congreso Nacional, el gobierno dio el primer paso para comenzar con el proceso de reglamentación de la ley que crea un marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. Fue con el lanzamiento de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cañamo y del Cannabis para uso Medicinal (Ariccame), que se encarga de regular y fiscalizarla actividad de toda la cadena de producción de la industria.
“Poner en marcha a la Agencia significa iniciar una nueva industria en la Argentina. Una industria que tiene 25.000 aplicaciones distintas. Una industria que nos va a permitir agregar valor en la cosmética, en lo textil, en el petróleo, en una innumerable cantidad de sectores económicos en la Argentina y del mundo”, destacó Sergio Massa durante el lanzaminedo del organismo que se encargará de llevar a la práctica aquel texto de ley votado por el Congreso Nacional en junio del 2022. La reunión fue la primera tras conocerse el decreto que designó al directorio.
"Finalmente..." fue la palabra que eligió un actor relevante de la industria del cannabis para difundir el link que permite leer el decreto con la firma de Alberto Fernández, Juan Manzur y Sergio Massa. Designa a Francisco José Echarren, actual intendente del municipio de Castelli, como presidente y los otros cuatro miembros del Directorio; convoca a las provincias a presentar representantes del Consejo Federal para que tengan una participación activa en el otorgamiento de las licencias para producir; y da mas detalles de las funciones y obligaciones de los miembros nombrados.
La Ariccame es la herramienta principal para motorizar el texto de la ley sancionada en mayo del año pasado. Es un organismo descentralizado que actúa bajo la órbita del Ministerio de Economía y se encargará de establecer y hacer cumplir las reglas de juego de cada eslabón de la cadena productiva del cannabis: desde otorgar autorizaciones administrativas para el uso hasta regular la importación, exportación, cultivo, producción industrial, fabricación, comercialización y adquisición de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales.
"Este es el punto de partida de un proceso que arranca con tener el directorio conformado para que, dentro de él, se puedan generar los consensos necesarios para trabajar en la normativa que regule el funcionamiento de la industria, que definan cómo se van a otorgar las licencias, cuál va a ser la finalidad de las mismas, entre otros temas relevantes", asegura en diálogo con PáginaI12 apenas conocida la publicación el presidente de la Cámara Argentina del Cannabis ArgenCann, Pablo Fazio.
El directorio
El decreto asignó a Francisco José Echarren como presidente, cargo propuesto por el Ministerio de Economía. El intendente ya lleva su tercer mandato en el municipio bonaerense de Castelli. Desde su municipio, Echarren promovió el cultivo del cannabis con fines medicinales y avanzó en la creación de unos de los polos de investigación, producción y comercialización de cannabis más importante de la Provincia, a través de una asociación público-privada con la empresa Universal Growing. "No conozco su trayectoria pero muy dispuesto a charlar con los representantes de la industria", aseguran desde el mundo cannábico.
El vicepresidente, que de acuerdo a la ley debe ser propuesto por el Ministerio de Salud, será el médico Marcelo Morante que actualmente se encuentra a cargo del funcionamiento del registro de usuarios medicinales del Ministerio de Salud. Su apellido conocido en el ambiente cannabico gracias a su militancia, y su designación aplaudida por fuentes del sector consultadas por PáginaI12. Los restantes miembros fueron Gabriel Giménez, Valeria Rudoy y Mercedes La Gioiosa, propuestos por los Ministerios de Agricultura, Ciencia y Tecnología y Seguridad, respectivamente.
Ventajas comparativas
El decreto resalta que Argentina “tiene claras ventajas comparativas para el desarrollo del Cannabis Medicinal e Industrial, al contar con importantes capacidades científicas y tecnológicas en materia agrícola, propicias condiciones climáticas y de suelo, así como una extensa red de laboratorios que se han mostrado interesados en investigar las propiedades y aplicaciones del cannabis”. Los números que calcularon desde el entonces Ministerio de Desarrollo Productivo, desde donde se gestó e impulsó la legislación, son la creación de 10.000 nuevos empleos, 20 por ciento de los cuales estarán en áreas de inversión, desarrollo e innovación. Además generará 500 millones de dólares en ventas al mercado interno y 50 millones de dólares exportación anuales hacia el 2025.
Otros beneficios que remarca la cartera son que la industria promueve el desarrollo genético y encadenamientos de alto valor agregado más de 200 bienes y servicios diferenciados (semillas, automatización, productos medicinales, entre otros). Por ahora el negocio aún es incipiente. Los países que concentran el comercio del cannabis son Canadá, Estados Unidos e Israel. Colombia y Uruguay, que son los más avanzados en materia de legalización en el continente latinoamericano, exportan menos de 15 millones de dólares por año en conjunto.