La modernidad musical brasilera lleva el jazz en sus genes; del mismo modo, el jazz muchas veces ha sabido tomar de la música brasilera. Y así sucesivamente. En ese torbellino de idas y vueltas, el Trío Corrente afirma su identidad y elabora un sonido propio, que entre el diálogo como herramienta colectiva y la improvisación como expresión de individualidad indaga un repertorio que de distintas maneras revisita los maestros de la tradición musical brasilera. El viernes 27 a las 20 y el sábado en dos funciones (20 y 22:45), el pianista Fabio Torres, el baterista Edu Ribeiro y el contrabajista Paulo Paulelli propondrán el lado brasilero del arte del trío, en el marco del Festival Summertime 2023, el ciclo que para mitigar los rigores del verano porteño propone Bebop Club (Uriarte 1658).
“Creo que la tradición de libertad e improvisación que trajo el Jazz a la música popular en el siglo XX está muy viva. Esto es lo que utilizamos en Trio Corrente y esto nos sirve como punto de partida para la búsqueda de nuevos caminos”, analiza Fabio Torres en conversación con Página/12. “Los tres somos músicos brasileños de una metrópolis, São Paulo, y por eso también somos músicos del mundo. Este equilibrio aparece en la música del Trío: sobre un ritmo típico del Nordeste brasileño, por ejemplo, se escucha una armonía impresionista, o un solo de batería que revela influencias jazzísticas. En resumen: somos músicos criados en la hermosa cultura musical brasileña, totalmente libres para buscar nuevos sonidos y nuevos caminos”, agrega el pianista.
Reconocido por figuras como Ron Carter, Paquito D’Rivera y la gran Rosa Passos, que supo definirlos como “tres talentos extraordinarios haciendo música de verdad y corazón”, el Trío Corrente afirma su identidad en la diversidad. “Los tres tenemos gustos musicales similares, pero también experiencias distintas y desde ahí cada uno aporta algo específico”, asegura Torres y detalla: “Edu es un baterista extremadamente versátil, que tocó con grandes nombres del Jazz como Brad Mehldau y Kurt Eliing. Al mismo tiempo, domina por completo los ritmos nuestros y esto nos garantiza la combinación del swing brasileño con vuelos jazzísticos. Paulelli es un músico único, que desde muy joven está en los escenarios y aprendió todos los trucos de esa época dorada de la noche paulista. Hace el enlace perfecto entre la parte armónica y rítmica del Trío. Yo aporto mi amor por la música clásica. Nunca fui pianista clásico, pero me gradué en el Conservatorio y me licencié en Composición, habiendo convivido durante mucho tiempo con la música de los grandes maestros europeos, por lo que además de música brasileña y Jazz, se escuchan en nuestro sonido ecos de Bach, Chopin, Ravel y Scriabin”.
Dentro de esa variedad, la música del trío se sustenta en la dinámica del diálogo y la convergencia de las partes. “A diferencia de los tríos de piano de jazz tradicionales, no usamos el piano como solista. En Trio, cada uno tiene una voz muy clara, que se destaca todo el tiempo. Cuando se toca un solo, las otras voces no hacen un acompañamiento ordinario sino que que apoyan ese momento con propuestas propias. En este sentido, el Trío promueve un verdadero contrapunto entre los integrantes. Un solo de batería puede estar totalmente ligado a la melodía mientras que un solo de piano puede ser muy rítmico. El bajo sabe crear líneas melódicas extremadamente originales, detrás de un solo. Todo el tiempo uno está escuchando lo que toca el otro”, asegura Torres.
Las afinidades por la música popular brasilera terminan de definir el universo expresivo del Trío Corrente, que en las que serán sus primeras actuaciones en Buenos Aires presentará parte de Sincronía, su último disco, que incluye obras de compositores brasileros. “En este disco grabamos a Nelson Cavaquinho, Sivuca y Joaquim Calado”, anticipa el pianista. “Ahí tenemos la samba de Río de Janeiro, la música del Nordeste y de Minas Gerais, pero también el choro de Río de Janeiro de principios del siglo XIX al XX. En otras palabras, una generosa colección de música popular tradicional brasileña. Son obras compuestas hace varias décadas y el reto es hacerlas revivir, sonar frescas”, se entusiasma Torres. “También vamos a incluir algo de Milton Nascimento y de Vinícius Dorin, un músico paulista recientemente fallecido que hizo historia en la música instrumental brasileña, que entre otras cosas fue parte de la banda de Hermeto Pascoal”, agrega.
-¿Como pianista, lo influyeron más los brasileños o los estadounidenses?
-Empecé en el conservatorio a los cinco años tocando música clásica. De adolescente tocaba los temas de Chico Buarque, Milton, Tom Jobim y Caetano, pero también era fanático de pianistas de rock progresivo como Keith Emerson. Poco después descubrí el Jazz al escuchar Köln Concert, de Keith Jarrett. De esta mezcla puedo decir, convencido, que la música en la que realmente me siento cómodo es la que se basa en ritmos brasileños. Aunque sigo experimentando y evitando las limitaciones.
* El Festival Summertime continuará durante febrero, con la cantante Inés Estevez (3), el trompetista sudafricano James McClure -con Pia Hernandez, Diana Arias y Martin Freiberg- (9), el pianista Pablo Ziegler (10 y 11), Trío sin Tiempo -integrado por Leo Genovese, Mariano Otero y Sergio Verdinelli- (12), la sorprendente diva del blues y el soul JJ Thames (15 y 16), el trío del pianista Anthony Wonsey Trio, junto a Mariano Loiácono, (17 y 18), y la cantante Delfina Oliver (25).