Un ex convicto que salió de prisión hace siete meses fue detenido ayer en su casa de la localidad bonaerense de Ituzaingó, acusado de haber violado a varias jóvenes desde febrero de este año, luego de interceptarlas en el barrio porteño de Villa Devoto, llevarlas con una máscara a su vivienda y liberarlas otra vez en la Capital Federal. El sospechoso, cuya identidad se mantiene en reserva, tiene 61 años y estaba en libertad desde enero, después de haber cumplido una condena de quince años también por abuso.
El imputado fue detenido en su domicilio, en Ayolas al 2700, por efectivos de la División Delitos Contra la Salud de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del comisario Ricardo García Iriarte.
El modus operandi del violador serial consistía en salir a la noche a recorrer la zona de Villa Devoto, en donde buscaba como víctimas a chicas de entre 20 y 25 años, las amenazaba a punta de pistola y las obligaba a subir a su auto. Luego, según lo que pudieron establecer los investigadores, les colocaba a las jóvenes una máscara de soldador para que no pudieran reconocer a dónde eran trasladadas y las llevaba a su vivienda.
Una vez en su domicilio, que se determinó que era alquilado, las llevaba a una habitación de 3 por 3 metros y abusaba de ellas, siempre apuntándoles con un arma y bajo la amenaza de matar a sus familiares si no se sometían.
Una vez concretadas las violaciones, en una conducta poco habitual, otra vez volvía en su vehículo a la ciudad de Buenos Aires con sus víctimas y las liberaba.
Para llegar a identificar al violador serial, fue fundamental el testimonio que brindó una de las mujeres abusadas, una joven de 23 años que pudo aportar con mayor precisión algunos datos del agresor sexual que no habían podido dar las otras víctimas. La joven explicó que luego de ser raptada y llevada a un lugar que desconocía, fue trasladada hasta la pieza en donde fue detenido el agresor sexual. Allí, fue abusada anal y vaginalmente, luego obligada a practicarle sexo oral y también a ponerse ropa interior provista por el violador. Como en todos los casos relatados por las jóvenes, tras un lapso de aproximadamente cuatro horas, fue llevada de nuevo a la Ciudad de Buenos Aires y liberada.
Según la causa que lleva adelante el Juzgado Criminal y Correccional 31, a cargo de Jorge Anselmo De Santo, todos las hechos se concretaron desde febrero de este año hasta hace alrededor de veinte días, es decir que el ex convicto empezó a cometer los abusos apenas salió de prisión.
Hay tres casos de violación formalmente atribuidos al detenido, pero se cree que pudieron haberse concretado siete abusos más que se le podrían endilgar tras la captura y la sumatoria de nuevas pruebas a la investigación. En tanto, se espera que el sospechoso sea indagado el lunes por el juez, quien dispuso una consigna policial en el domicilio donde se lo detuvo.
En febrero, luego de recuperar la libertad, el imputado abrió una cuenta en la red social Facebook en la que la mayoría de sus contactos eran chicas jóvenes, aunque todavía no se sabe si también utilizaba esa vía para ubicar potenciales víctimas.
Por otra parte, según surge de la causa por la que había sido condenado, mientras estuvo en prisión trabajó, estudió, tenía 10 en conducta y no contaba con sanciones disciplinarias. Desde 2010, además, era parte del Programa de Tratamiento para Internos Condenados por Delitos de Agresión Sexual, donde supuestamente había “evolucionado” y tomado conciencia de su accionar delictivo.