Con el encuentro que jugarán este viernes Central y Argentinos en Rosario desde las 19.15; y el que animarán Defensa y Justicia ante Huracán, en Varela, a las 21.30, se iniciará la temporada 2023 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), con Boca Juniors como defensor del título, y la novedad de un tercer descenso a fin de año.
El certamen de la Primera División del fútbol argentino contará por segundo año consecutivo con 28 equipos, de los cuales dos serás los ascendidos cordobeses Belgrano e Instituto, que ocuparán las plaza de los descendidos Aldosivi y Patronato, que por ser campeón vigente de la Copa Argentina jugará la Copa Libertadores. Este será el último torneo con esta cantidad, ya que la intención de la AFA, en principio, es que para la temporada 2028 haya 22 equipos. Es por eso que en este 2023 serán tres los descensos que se concretarán a fin de año.
El criterio también se modificó ya que dos descensos serán por promedios y el otro corresponderá al último de la tabla anual, que contará los 41 partidos que jugarán los equipos durante la temporada: 27 fechas del torneo que comienza mañana, y 14 de la Copa de la Liga, sin contar las etapas finales.
A diferencia de 2022, el año comenzará con el torneo de la Liga con el formato de 27 fechas todos contra todos, mientras que en el segundo semestre se jugará la Copa de la Liga con dos grupos de catorce equipos y una fecha interzonal para los clásicos.
Esta rotación del calendario generó un nuevo cambio en la estructura de la Primera División, que tuvo once formatos distintos en los últimos nueve años. La última vez que se repitió el formato fue en la temporadas de 2012/13 y 2013/14, cuando se disputaron dos torneos cortos (Inicial y Final) con 20 equipos.
El fútbol del país campeón del Mundo comenzará con una serie de polémicas y desprolijidades como la "medida excepcional" de habilitar a los jugadores que terminaron la temporada pasada con sanciones menores a tres fechas de suspensión.
Además, en la última reunión de Comité Ejecutivo, se decidió extender una semana el mercado de pases hasta el jueves 2 de febrero.
Si bien el receso comenzó el 22 de octubre y el sorteo de los campeonatos se realizó el 4 de noviembre, la LPF tuvo que cambiar la programación de la primera fecha ya que el partido entre Vélez Sarsfield y Gimnasia y Esgrima La Plata pasó del viernes al lunes, debido a los trabajos en el campo de juego del estadio José Amalfitani.
En junio se cumplirán diez años de la decisión de la prohibición de la asistencia del público visitante, y más allá del nulo avance para revertirla, ahora también se pone en duda la apertura de los estadios para los hinchas locales, como le sucede –por ejemplo– a Racing Club por la interna de su barrabrava.
Este torneo 2023 también coincidirá con el inicio de las copas internaciones que disputarán once de los equipos participantes. El campeón Boca Juniors, River Plate, Racing Club, Argentinos Juniors y Huracán (arranca en la fase previa) jugarán la Copa Libertadores de América, junto con Patronato, de la Primera Nacional. Mientras que la Copa Sudamericana la jugarán San Lorenzo, Gimnasia, Estudiantes, Defensa y Justicia, Newell's y Tigre. Ambos torneos organizados por la Conmebol se sortearán el próximo 22 de marzo y el inicio de la fase de grupos está programada para la primera semana de abril, entre la fecha 8 y 10 del torneo de la LPF.
El mercado de pases se movió más en la parte de bajas que de altas, y a falta de una semana para el cierre del libro se registraron casi 200 contrataciones. Central Córdoba de Santiago del Estero fue el que más sumó con 18 refuerzos, seguido de Barracas Central e Instituto, con 13 cada uno.
Gimnasia y Esgrima La Plata, envuelto en una grave crisis económica, no pudo sumar caras nuevas y tampoco pudo retener al entrenador Néstor Gorosito ni a las figuras que llevaron al equipo a pelear gran parte del último torneo.
En cuanto a calidad, River asoma como el equipo que más y mejor se reforzó con los regresos de Matías Kranevitter (se lesionó en la pretemporada) e Ignacio Fernández más las llegadas de Enzo Díaz y el venezolano Salomón Rondón.
Estudiantes, a su vez, recurrió al sentido de pertenencia y repatrió al delantero Guido Carrillo y al mediocampista Santiago Ascacíbar.
Boca, en cambio, sumó por el momento al defensor paraguayo Bruno Valdez y sufrió una sensible baja con la partida de una de las figuras del equipo campeón: el arquero Agustín Rossi.
Racing e Independiente estuvieron activos en el mercado pero con distintas realidades porque la "Academia" apostó por la experiencia y el peso de los nombres de Maximiliano Moralez y el peruano Paolo Guerrero más la llegada del chileno Oscar Opazo para suplir la baja de Eugenio Mena.
El "Rojo", en cambio, tuvo que rearmar el plantel ante una gran cantidad de salidas y cerró once incorporaciones antes de ser inhibido por una vieja deuda con América de México, con el arquero Rodrigo Rey -la valla menos vencida del último torneo- como el más destacado de los refuerzos.
Y San Lorenzo se reforzó con dos colombianos de jerarquía como Rafael Pérez y Carlos Sánchez, más el arquero Facundo Altamirano para reemplazar al retirado Sebastián Torrico.
El fútbol argentino sigue siendo exportador y durante el receso se produjeron importantes salidas que le dejaron buenos dividendos a los clubes.
Racing vendió a su goleador Enzo Copetti (a la MLS de Estados Unidos) y al joven Carlos Alcaraz (a la Premier League) en cerca de 20 millones de dólares.
Vélez y Rosario Central transfirieron a los jóvenes Máximo Perrone y Facundo Buonanotte a la Premier League en una suma similar entre los dos pases.
Y Banfield se desprendió de Ramiro Enrique (también a Estados Unidos) en casi 4 millones de dólares por una parte del pase.
También se fueron valores importantes del último campeonato como el colombiano Juan Fernando Quintero (River), Franco Cristaldo (Huracán), el uruguayo Renzo López (Central Córdoba), Martín Ojeda (Godoy Cruz), Leandro Fernández (Independiente), Carlos Lampe, Augusto Lotti y Ramiro Carrera (Atlético Tucumán) y Facundo Kruspzky (Arsenal).