La realidad tiene la última palabra en la provincia de Buenos Aires. Y, por cierto, la forma en que Cristina Fernández de Kirchner interprete esa realidad en abril o mayo, si es que sigue fiel al plazo de decisión que la llevó a anunciar la fórmula en 2019. Mientras tanto todos juegan, cosa que incluye al gobernador Axel Kicillof, y orejean las cartas tratando de adivinar cuál será el juego del adversario. Como en el truco.
CFK es la jefa reconocida del espacio que integran, entre otros, Axel Kicillof, Martín Insaurralde, los intendentes y Máximo Kirchner, presidente del Partido Justicialista bonaerense.
El juego depende de muchos factores. Son casi infinitos, pero hay algunos factores que tienen más peso que otros.
Más allá de quien termine siendo candidato a gobernador por el peronismo y aliados, la estrategia electoral depende, para empezar, de dos factores.
*Uno, quién puede defender mejor la gestión realizada desde el 10 de diciembre de 2019, porque en toda elección los oficialismos están sometidos a una suerte de plebiscito.
*Otro, quién aporta más votos al Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires no solo para ganar la Provinci, que no tiene segunda vuelta, sino para que esa diferencia sirva a escala de todo el país. El territorio bonaerense representa casi cuatro de cada diez votos nacionales. Hoy resulta fantasioso pensar en una derrota peronista por ejemplo en La Matanza o Lomas de Zamora. Pero no es lo mismo obtener una ventaja mantancera de 20 puntos que de 40, o una ventaja lomense de 10 puntos que de 20. Con menos diferencia el peronismo podría tener asegurada la victoria en la intendencia pero no estaría aportando votos a nivel provincial o nacional.
Según la consultora Analogías, si se mide la intención de voto por fuerza y no por candidaturas personales, el Frente de todos tendría hoy el 33,6 por ciento, Juntos por el Cambio el 19,4, la extrema derecha 16,6 y la izquierda del FIT un 5 por ciento. Esa forma de preguntar se llama “por marca” en la jerga de la consultoría.
Una incógnita en ese escenario es si la candidatura que represente en la Provincia a Javier Milei retiene los votos entre las PASO y la primera vuelta nacional o única en Buenos Aires. Juntos por el Cambio apuesta a licuar a Milei y a sus votantes desde ya, y según pudo establecer este diario prepara el terreno para una campaña de voto útil. Sería éste: “Si querés que pierda el peronismo, votá a Juntos ahora, no en la segunda vuelta”. Eso, claro, en caso de que la candidatura de JxC aventaje en las PASO a la de Libertad Avanza.
Otra incógnita que complejiza la situación es si Milee les roba votos solo a los cambiemitas o puede quitarles votos, también, al peronismo entre jóvenes de sectores populares que votan por primera vez y sientan, como el título del libro del sociólogo Pablo Stefanoni, que la rebeldía es de derecha.
En tanto aguarda la decisión final del espacio y de CFK, Kicillof se mueve. No se autoproclama, pero cada vez más intendentes lo hacen mientras él gestiona y toma mate con militantes o votantes. Buenos Aires/12 ya consignó el apoyo explícito de Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Juan José Mussi (Berazategui), para nombrar dos de los distritos grandes de la Tercera Sección electoral. Este medio también consignó el respaldo con todas las letras de Gustavo Barrera, intendente de Villa Gesell. Barrera lo declaró a Radio Provincia. “No hay otro candidato como él para sacar la Provincia adelante, frente a una oposición que quiere sacarle los recursos y llevarlos a la Capital Federal”, dijo, e informó que ocho intendentes de la Quinta Sección electoral coincidían en esa visión. Sería él mismo y Javier Gastón de Chascomús, Sebastián Ianantuony de General Alvarado, Carlos Rocha de General Guido, Juan Manuel Alvarez de General Paz, Cristian Cardozo del Partido de la Costa, Sebastián Walker de Pila y Alfredo Farías de Tordillo.
Según la Consultora Proyección, cuyo equipo encabeza Manuel Zunino, al preguntar por persona y no por marca las preferencias estarían hoy encabezadas por Kicillof con el 36 por ciento, el PRO Diego Santilli con el 24,7, José Luis Espert con el 16,1y Romina del Plá con el 4,2. No sabe a quién votaría hoy el 20 por ciento de los consultados. Si se proyecta proporcionalmente ese 20 a los ya decididos, Kicillof obtendría el 43 por ciento, Santilli el 30 por ciento, Espert el 19 por ciento y Del Plá el 5 por ciento. Cuando cambiaron a Santilli por Cristian Ritondo, los consultores de Proyección registraron una baja al 15,1 por ciento.
También hicieron otra pregunta con un escenario distinto: a quién votaría la gente con más candidatos. Dentro de los peronistas Kicillof ranqueó primero con el 29,7 por ciento, Insaurralde llegó a un 6,2 por ciento y Verónica Magario, actual vicegobernadora y ex intendenta de La Matanza, al 3,8 por ciento. En Juntos la diferencia en favor de Santilli fue aplastante en relación con Ritondo, Gustavo Posse, Javier Iguacel y Maximiliano Abad, que ni alcanzaron los dos dígitos.