Las perspectivas del comercio mundial para 2023 no son auspiciosas, advierte Cepal, debido a la persistencia del conflicto en Ucrania, el endurecimiento de las políticas monetarias, la crisis energética en Europa y el recrudecimiento de la pandemia en China. En tanto se prolongó en 2022 la recuperación del comercio regional de bienes observada en 2021, aunque con menor dinamismo e impulsada principalmente por el alza de los precios, en especial el petróleo. La recomposición del comercio de servicios fue más lenta que la del comercio de bienes aunque mejoró en 2022 de la mano de la gradual reactivación del turismo.
En Argentina las exportaciones de bienes fueron récord en 2022 por 88.446 millones de dólares, crecieron 13,5 por ciento interanual según Indec. Las ventas de petróleo crudo totalizaron 3.867 millones y un aumento del 109 por ciento. Aún así la balanza energética total siguió siendo deficitaria por 4.470 millones de dólares.
En 2022 se recortaron las proyecciones de expansión del volumen del comercio de 4,7 a 3,5 por ciento y para 2023 bajaron a 1 por ciento, aclara Cepal. Ante esta difícil coyuntura internacional “resulta urgente avanzar en la conformación de un mercado regional amplio y estable que genere escalas eficientes de producción y promueva encadenamientos productivos intrarregionales”, en línea con muchas declaraciones oídas esta semana en el marco de la Cumbre de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) a favor de profundizar la integración regional: en 2022 y al igual que en 2021 el comercio intrarregional creció más que las exportaciones totales de Latinoamérica, pero el mismo se ha ido debilitando en los últimos años.
El escaso dinamismo del comercio intrarregional desde mediados de la década de 2010 afectó particularmente a los envíos manufactureros, ya que se trata de un comercio más diverso y con participación mayoritaria de MiPyMes. Son vínculos que favorecen a la diversificación productiva y exportadora de la región. Asimismo el último informe “Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2022” advierte que el déficit comercial de la región en las manufacturas se duplicó como porcentaje del PIB en las últimas dos décadas, y en dicho período el peso de las manufacturas en las exportaciones totales de bienes cayó en todos los países sudamericanos, apenas México constituye una excepción a ese patrón. La región solo es un actor relevante a nivel mundial en las industrias automotriz y de alimentos, bebidas y tabaco.