El conflicto en Medio Oriente escaló este viernes, el Día Internaciona de Recordación del Holocausto, cuando Israel lanzó un bombardeo a la Franja de Gaza, en respuesta a los ataques efectuados desde ese enclave un día después de que diez palestinos murieran en Cisjordania en la incursión del ejército israelí en un campo de refugiados palestinos. En las últimas horas, la escalada se multiplicó con el ataque a balazos a una sinagoga cercana a Jerusalén, en los territorios ocupados por colonos isaraelíes, que dejó por lo menos siete personas muertas y tres heridos hospitalizados.
La intensificación de la violencia es una primera prueba de fuego para el gobierno derechista del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y complica la visita del secretario de Estado de los EE.UU., Antony Blinken, quien dentro de dos días visitará Jerusalén y Ramalá en Cisjordania. La escalada coincide incluso con la visita actual del director de la CIA, Bill Burns, a ambos lugares.
EE.UU. condenó el ataque a la sinagoga y expresó su solidaridad con Israel, en un escenario que se desata a 48 horas de la visita a Jerusalén y Ramala del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Cómo fue el ataque a la sinagoga
Este viernes por la noche murieron ocho personas a tiros en un ataque terrorista en una sinagoga en el barrio Neve Yaakov de Jerusalen, durante el rezo del sabbat. Según la policía, el autor de los disparos fue Alqam Khayri, de 21 años, residente de Jerusalén Este y sin delitos previos.
De acuerdo a los primeros informes, Khayti primero gatilló contra peatones a unos 100 metros de la sinagoga y después se dirigió hacia el templo donde siguió disparando. Llegó en un auto alrededor de las 20.15 a esa zona de Jerusalén Este. Luego huyó hacia el barrio palestino de Beit Hanina, a un kilómetro, donde fue interceptado.
La Policía confirmó que murió baleado después de que el hombre abriera fuego contra los oficiales, mientras intentaba escapar a pie. La zona de Neve Yaakov está en el sector oriental de Jerusalén, anexado después de la Guerra de los Seis Días en 1967. El primer ministro Netanyahu realizó una evaluación con altos funcionarios de seguridad antes de dirigirse al lugar del ataque.
Estados Unidos "profundamente preocupado"
Tras el ataque a la sinagoga, el Departamento de Estado señaló que estaba "profundamente preocupado por el ciclo de violencia en Cisjordania", aunque reconoció "los desafíos de seguridad muy reales a los que se enfrentan Israel y la Autoridad Palestina."
"Es absolutamente horrendo", dijo el portavoz del departamento de Estado, Vedan Batel. "Condenamos en los más enérgicos términos este aparente ataque terrorista. Nuestro compromiso con la seguridad de Israel está blindado y estamos en contacto directo con nuestros socios israelíes", añadió".
Por otro lado, el funcionario afirmó que no habría cambios en los planes de viaje de Blinken, quien se reunirá con los líderes de Israel, Cisjordania y Egipto, a partir de este domingo.
Cisjordania: el comienzo de la escalada
El atentado llegó luego de que este jueves, Cisjordania ocupada vivió uno de los días más violentos en años, cuando las tropas israelíes entraron en Yenín --bastión de milicias palestinas-- y mataron a diez palestinos, dejando 20 heridos, cuatro de ellos en grave estado. Según la ONU, no habían habido tantos muertos en una sola operación israelí en Cisjordania desde que comenzó a hacer registros en 2005.
Según el Ejército israelí, la irrupción "antiterrorista" fue necesaria para detener un supuesto ataque inminente por parte de la Yihad Islámica.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna parcialmente Cisjordania ocupada, calificó la redada de "masacre" y dio por terminada la coordinación en Seguridad con Israel. Sin embargo, el jefe de la CIA, Burms, cuyo organismo tiene vínculos con la seguridad de la ANP, es probable que presione para que se reanude la coordinación con Israel.
La operación en Yenín es "una extensión del patrón deliberado de conducta que Israel lleva a cabo con crímenes internacionales para avanzar en sus políticas y prácticas anexionistas", sostuvo este viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino.
Tras los funerales de las víctimas, entre las que hubo miembros de la Yihad, hubo varios enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas israelíes en distintos lugares de Cisjordania, con un muerto y al menos siete heridos.
Según la agencia AFP, antes de retirarse, las fuerzas israelíes "lanzaron de manera deliberada granadas de gas lacrimógeno" en el servicio de pediatría de un hospital de Yenín, lo que "provocó la asfixia de algunos niños", denunció la ministra palestina de Salud, Mai Al Kaila. Un portavoz del ejército israelí declaró que "nadie lanzó gas lacrimógeno deliberadamente en un hospital, pero la operación se llevó a cabo no lejos de un hospital y es posible que entrara gas lacrimógeno por una ventana abierta".
El campamento de Yenín, creado en 1953, es como una ciudad dentro de la ciudad y alberga a cerca de 20.000 refugiados, según la UNRWA, la agencia de la ONU a cargo de los refugiados palestinos.
El ejército israelí, que ocupa Cisjordania desde 1967, efectúa operaciones casi a diario en ese territorio palestino, en particular en los sectores de Yenín y Naplusa, bastiones de grupos palestinos armados. "El ejército israelí destruye todo y dispara a todo lo que se mueve", declaró el vicegobernador de Yenín, Kamal Abu Al Rub. "Lo que pasa en Yenín y en su campo es una masacre perpetrada por el gobierno de ocupación israelí", afirmó Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.
El secretario general de la Liga Árabe denunció una "masacre sangrienta" perpetrada "bajo las órdenes directas de Netanyahu".
Cohetes desde la Franja de Gaza
Al mismo tiempo, en el otro territorio palestino --la Franja de Gaza-- los movimientos armados Hamás --gobierna en la Franja de Gaza-- y Yihad Islámica participaron en los disparos de cohetes desde la Franja de Gaza, indicó Jaled el-Batsh, un responsable de esta última, según la agencia AFP.
Hamás indicó que los proyectiles llevaban el siguiente mensaje: "El enemigo debe estar alerta, porque la sangre palestina derramada cuesta cara". En tanto, este jueves miles de personas manifestaron en Gaza con carteles que decían: "Yenín, la respuesta llega y la resistencia es nuestra estrategia".
El ala militar de Hamás, las Brigadas Al Qassam, confirmaron que sus combatientes habían disparado armas antiaéreas y misiles tierra-aire contra los aviones bombarderos israelíes. Y el portavoz de la Yihad, Tariq Salmi, consideró que "la resistencia es un derecho legítimo".
Habitantes de Gaza dijeron a la agencia EFE que escucharon el estruendo en el aire de aviones no tripulados y cazas del ejército israelí, y varias explosiones en el centro de la Franja. Según ellos, más de 14 proyectiles fueron disparados.. La agencia oficial de noticias palestina, WAFA, aseguró que los bombardeos causaron graves daños a propiedades cercanas y provocaron un apagón eléctrico general.
La agencia EFE también indicó que el ataque israelí hizo blanco en un centro subterráneo de fabricación de cohetes en Maghazi, en el centro la Franja de Gaza. "Este ataque obstaculizará significativamente los esfuerzos de intensificación y armamento de Hamás", añadió la fuente consultada.
Reunión del Consejo de Seguridad de la ONU
Ante este escenario, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá en una sesión de urgencia y a puerta cerrada por pedido de Emiratos Árabes Unidos, China y Francia. En tanto, Egipto, Qatar y Naciones Unidas -mediadores entre Israel y los grupos armados palestinos- pidieron evitar una escalada mayor.
"El secretario general de Naciones Unidas debe asumir inmediatamente su responsabilidad y obligación y adoptar una decisión para la presencia y protección internacionales", pidió el Ministerio de Exteriores palestino.
El año pasado, 170 palestinos --milicianos y civiles desarmados-- murieron en Cisjordania en distintos incidentes con Israel: fue el año más violento en la zona desde 2006. En lo que va de 2023, ya hay 30 víctimas mortales en Cisjordania, un promedio de más de una por día.
Nitzán Horowitz, exministro de Sanidad y principal líder izquierdista del anterior Gobierno israelí, criticó al presidente Netanyahu anticipando el caos que generará el nuevo Gobierno en el conflicto con los palestinos por la designación de un líder colono de extrema derecha como ministro de Defensa adjunto: "Caos en Cisjordania significa violencia, significa anarquía y significa más derramamiento de sangre".